"Muchas mujeres formaban una familia y renunciaban a su vida"

"Muchas mujeres formaban una familia y renunciaban a su vida"
"Muchas mujeres formaban una familia y renunciaban a su vida"
Francisco Correal

25 de enero 2015 - 01:00

-El título de su libro suena a Mujeres al borde de un ataque de nervios...

-He ido a ver el musical Priscilla, reina del desierto. Me atraía más.

-¿Qué lectores busca?

-Mi libro es para los hombres y las mujeres; quizás es para que lo lean exclusivamente los hombres, se habla de cosas de hombres.

-¿Le gustó Los puentes de Madison?

-¿A quién no? En el libro cito la frase que Meryl Streep le dice a Clint Eastowood: "Nadie entiende que cuando una mujer toma la decisión de casarse y tener hijos, en cierto aspecto su vida comienza, pero en otro se detiene". Pienso en muchas mujeres, en mi madre; formas una familia y renuncias cien por cien a tu propia vida.

-De las tres presidentas de las que habla, ¿con cuál se quedaría?

-Con Cristina Fernández no, desde luego. Dilma Roussef me merece un respeto porque ha tenido un pasado. Lo pasó muy mal, y de ahí tal vez la dureza de su política. He estado en Brasil y he visto un país poco ordenado. Me quedaría con Angela Merkel. Falta sensibilidad femenina en la política. Es absurdo que le pregunten a la presidenta de la Junta de Andalucía si podría simultanear el cargo con la maternidad. Está embarazada, no está enferma.

-¿Irían las de Feminem a Irán a denunciar la segregación de sexos en los autobuses?

-No es fácil entrar allí. No existe el derecho a manifestarse. El presidente Ahmanideyead se cree el sancta sanctorum y dice que no hay homosexuales en Irán. No deja divertirse a los jóvenes, no pueden bailar, no pueden beber, los separa con tabiques. Si una mujer decide divorciarse porque su marido tiene una doble o triple vida amorosa se queda sin casa, sin dinero, sin hijos. Y eso lo estamos consintiendo todos: la OTAN, la ONU, Estados Unidos. Sólo nos preocupa que haya armas en Irán.

-¿Qué le dice Malala?

-Lo que escribió hace poco Antonio Gala, que se preguntaba qué hacemos aquí, para qué sirve vivir. He conocido un caso parecido, un niño, Carlitos, que vive en la Patagonia y recorre todos los días 18 kilómetros para ir al cole. Y de mayor quiere ser veterinario para cuidar de los animales en la cordillera.

-Cuenta en el libro el caso de una profesora de Liverpool condenada a muerte en Sudán porque 22 de los 23 niños del aula le pusieron Mahoma a un osito de peluche. Un precedente de lo que pasó en París...

-Yo he interpuesto una denuncia contra una revista satírica que puso en mi boca que yo dije que España estaba llena de moros y que los maricones me daban asco. Los denuncié inmediatamente. Dicho esto, en Charlie Hebdo hacen sátira de cantantes, políticos, escritores y también de las religiones. Lo que pasa es que los católicos no matan pero algunos musulmanes sí, como esos terroristas del atentado de París que ni siquiera sabían árabe.

-¿Es más monárquica de la Reina que del Rey?

-Soy monárquica institucional. Lo que pasa es que Letizia ha sufrido un linchamiento injusto. Es una plebeya que ha asumido el puesto de reina y ha profesionalizado el cargo. Felipe VI es muy buen embajador, un joven muy bien preparado que además habla idiomas, que en este país es lo más, lo más.

-Es conmovedora la historia del cementerio con las lápidas de vida breve...

-Lo saqué de un cuento de Jorge Bucay. En ese pueblo sus habitantes llevaban un cuaderno colgado al cuello en el que anotaban sus momentos de felicidad. Si hablara de mi propia vida, ese cuaderno tendría más páginas que la Biblia y los momentos tristes menos que una etiqueta de Mistol.

-Reivindica el cero para la violencia de género. ¿Es una utopía?

-Se hacen actuaciones drásticas para acabar con ETA, con los accidentes de tráfico, y siguen asesinando mujeres. La nomenclatura me da igual: machista, de género, doméstica. Es impresentable que ninguno de los gobiernos de este país haya conseguido reducir esa cifra a cero. Se ha demostrado la inutilidad de las pulseras o las órdenes de alejamiento. Lo que hace falta es un pacto de Estado y una ayuda económica bestial.

-¿Autores de cabecera?

-Eduardo Mendoza, de cabecera y de cabeza. Caballero Bonald, Gabriel García Márquez, Pavese. Estoy leyendo La chica sobre la nevera, de Etgar Keret.

-Carlos Herrera aparece en su libro en Chipiona...

-Sí señor, cuando fue Enrique Morente para presentarnos a Estrella, su hija, que era adolescente.

-¿Es una paranoia para sus hijos que el padre esté en la radio y la madre en la tele?

-Es una paranoia que el padre esté en el paro y la madre también. O lo que le dijo esa niña a la que abrazó el Papa en Filipinas: "¿Por qué Dios permite que nuestros padres nos abandonen?".

-Seis años en TVE, tres con Zapatero y tres con Rajoy. ¿Equilibrio o equilibrismo?

-Se puede hacer buena televisión independientemente del partido que esté en el Gobierno.

-¿Madrid está más cerca de su Navarra natal y más lejos de Andalucía?

-No hay kilómetros en mi corazón. Estella es mi familia, mis hermanos, mis tíos, mi colegio, mi calle. Sevilla es mi familia, mis amigos, mis hijos, mi calle, mi casa. Mi pasado, mi presente, mi futuro.

-Habla en el libro de Anne Perry, que se enamoró de Vicente Ferrer cuando lo entrevistó. ¿Qué entrevistado la marcó?

-Una chica de la India a la que su padre había vendido como esclava a cambio de una tierra cultivable. Le daba de comer a sus nuevos dueños y comía los restos. La vejaban continuamente. Se escapó y llegó a Europa. Cuando la vi en el plató delante de mí me hizo pensar que este mundo sólo es para valientes.

-Dice que las parejas no fracasan porque el marido vaya al fútbol y a las mujeres les duela la cabeza...

-Afortunadamente las mujeres vamos al fútbol y a los hombres les duele la cabeza. Las mujeres se separan cuando son maltratadas, humilladas, entonces deben separarse. Pero también hay separaciones donde hay mucho amor y lo va a haber toda la vida. Lo ha dicho Antonio Banderas de Melannie Griffith: "La querré hasta que me muera".

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