Daniel Guzmán: "Los mayores hacen de una película siempre algo mejor"

El cineasta y actor protagoniza y dirige 'La deuda', recién llegada a los cines y protagonizada por una actriz nonagenaria debutante

Daniel Guzmán y cómo los guiones de una serie le hicieron cambiar de opinión

Daniel Guzmán en la presentación de su película 'La deuda'
Daniel Guzmán en la presentación de su película 'La deuda' / EFE
Francisco Andrés Gallardo

31 de octubre 2025 - 05:59

Daniel Guzmán (Madrid, 1973) acaba de estrenar su última película, que dirige y protagoniza, La deuda, entre el thriller y el drama. El realismo y la crítica social centran sus preocupaciones como cineasta tras más de dos decenios protagonizando series populares donde sobresale Aquí no hay quien viva, tan en forma que es descubierta a diario por nuevos espectadores al cabo de casi un cuarto de siglo. Su salto a la dirección en 2015 con A cambio de nada, le valió el Goya a la dirección novel y marcó su línea desde que su fallecida abuela protagonizó aquel filme al que siguieron Una vez más (2020) y Canallas (2022). La calle y la sinceridad como ejes.

-La deuda ha vuelto a sorprender por ese pulso de alternar la intriga dura con el drama íntimo a través de una anciana.

-No es algo buscado expresamente. Yo quería hablar de la gentifricación, de la tercera edad, de la necesidad de afecto. Es producto de la interrelación con mi entorno. No busco un tema concreto: es mi experiencia del día a día. Las películas nacen de forma natural.

-De fondo, el gravísimo problema de la falta de vivienda y la especulación de los alquileres salvajes.

-Es un problema que se viene gestando desde hace unos veinte años y el resultado insostenible, en un sistema donde las empresas inmobiliarias y constructoras han apostado todo al rojo del turismo. Este sistema lo genera el propio liberalismo que devora a la masa social. No soy experto pero la solución pasa por una intervención de las administraciones para que facilite acceso a viviendas. Tienes que existir una intervención que regule este canibalismo, donde los fondos de inversión intentan sacar más y más partido.

-Usted es voz de los vulnerables.

-Un problema así comienza por los más vulnerables y termina atacando a todos. Cada vez hay menos clase media por esos precios imposibles. El 80% del salario no puede ir a una hipoteca.

-Su nueva protagonista mayor es Rosario García, quien interpreta a Antonia.

-Siempre hay un personaje mayor en mis historias, es mi relación con los mayores, lo que he vivido y lo que han dado. Más allá de una mirada moralista o demagoga no recurro a personas mayores por reivindicar algo, sino porque ellos hacen de la película algo mejor. Y hacen mi vida mejor. Siguen siendo útiles y pueden aportar mucho.

-¿Es también una preocupación por el envejecimiento? A todos nos espera.

-Creo que intento ir aceptando una futura vejez. Parece que está lejos, crees que no te va a llegar nunca. El corte A es que la vida va muy rápido y la vejez hay encajarla en el lugar que se merece. El corte B es que piensas que te queda toda una vida por delante y en el fondo no quedan tantos años. Es bueno aceptarlo. Me gustaría llegar a anciano con salud cognitiva y física. Eso sería maravilloso. Si al menos no aceptas llegar a mayor, al menos, entenderlo.

-Y sin cariño del entorno llegar a mayor puede ser lo más triste.

-Piensas en la situación de dependencia, tuya o de quien a tu lado, alguien de tu familia. El cariño hará que todo se lleve mejor. Al ser humano lo único que le mueve es el afecto. Querer y que nos quieran. La soledad cuando es elegida, se disfruta pero cuando es impuesta, es muy dolorosa. Los mayores merecen siempre acabar rodeados de los suyos.

-Hablábamos de Rosario.

-Se complica el trabajo cuando tienes que dirigir a una persona mayo y cuando te enfrentas a personas que no son profesionales pero quieres que transmitan todo, eso que ves que llevan dentro. Un rodaje así se complica, necesita su tiempo. Los planes de trabajo se ven afectados. Rosario venía a diario de su residencia, la trasladaban, había que aprovechar poco tiempo. Después ves el resultado y el público sonríe, se emociona.

-Tenía en mente a su protagonista, a Antonia.

-Para elegir a Rosario estuvimos un año haciendo castings. Acudíamos a centros de día, centros culturales, residencias. Fue bastante duro encontrar una mujer así, como hubiera sido mi abuelo, y reunir todo en un personaje. Encontrar el sentido del humor, humanidad, inocencia, sabiduría.

-Usted aparece en escenas de thriller que le obligan también a ofrecer su versatilidad como intérprete.

-A nivel narrativo esa mezcla de drama social y thriller emociona te fusiona una solidez en el relato, que el desenlace no se produzca hasta el último plano. Te obliga a una interpretación difícil. A nivel presupuestario también te condiciona a invertir más, pero merecerá la pena el resultado. Con La deuda está funcionando el boca a boca del público. Somos una película pequeñita entre grandes estrenos internacionales.

-Si le dicen que tiene que hacer una película de superhéroes, ya las está haciendo.

-Lucas es superhéroe y antihéroe a la vez. Me siento apegado más a la realidad que a la fantasía y me gustan más las historias de perdedores. Pero nunca se sabe qué te puede inspirar el futuro.

-¿Le molesta que le sigan recordando por Aquí no hay quien viva?

-Es maravilloso que esa serie siga tan presente y sea tan vigente.

-¿Dejó el boxeo?

-Sí, es un deporte que te exige mucha dedicación, muchas horas, y cuando estás con una película no hay tiempo para nada más. Me conformo con el fútbol.

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