Francisco Javier Martínez Gámez. Presidente de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular

"Las enfermedades vasculares serán la gran lacra de nuestro sistema sanitario"

Francisco Javier Martínez Gámez.

Francisco Javier Martínez Gámez. / M. G.

Francisco Javier Martínez Gámez (Jaén, 20-03-1968) es doctor en Medicina y centra su trabajo en la investigación en áreas de búsqueda de nuevas técnicas y métodos en su especialidad, la Angiología y Cirugía Vascular. Licenciado por la Universidad de Granada con la calificación de Sobresaliente Cum Laude, ejerce desde comienzos de la década de los noventa. Actualmente desarrolla su actividad profesional en la Clínica Vascular Jaén de la capital jiennense y es jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Complejo Hospitalario de Jaén. Desde noviembre de 2021 dirige la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular.

- Empecemos por lo más básico. ¿Qué es la angiología?

- La angiología y cirugía vascular es una especialidad médico quirúrgica de amplio desarrollo e implementación en nuestro país que se ocupa fundamentalmente, no sólo del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vasculares, sino también de la prevención. Se incluyen tanto las enfermedades de las arterias como de las venas, e, incluso, del sistema linfático, que es por así decirlo, el hermano más pobre que tenemos todos olvidados del tema circulatorio. Nos ocupamos no sólo del tratamiento y del diagnóstico, sino también de la prevención.

- Casi tres décadas dedicado a esto... ¿Cuánto ha cambiado la especialidad desde sus inicios?

- Hace casi 30 años, cuando empecé, el objetivo de la especialidad era el mismo que ahora, pero con medios y formas de hacer las cosas completamente diferentes y radicalmente opuesta a los que tenemos hoy en día. Eran unas técnicas muy buenas, que tenía unos buenos resultados, pero estaban cargadas de una enorme morbimortalidad, es decir, de unos potenciales efectos secundarios sobre los pacientes, cuando menos, muy graves. Esto hacía que tuviéramos que limitar el espectro de aplicación de terapias a pacientes que no presentaban unos determinados factores de riesgo. Con el advenimiento de las técnicas mínimamente invasiva, sobre todo, con el desarrollo de lo que se conoce como cirugía endovascular con la que tratamos arterias y venas desde un punto de vista interno, es decir, en vez de abrirla, simplemente accedemos a ella a través de una punción y vamos navegando en ellas como el que va siguiendo un mapa de carreteras y llegamos a la zona lesionada y la tratamos con diferentes dispositivos que se han ido desarrollando a lo largo de los últimos años, se ha podido disminuir de forma drástica y brutal la morbimortalidad. Estos nos permite extender su uso a gente con mayores factores de riesgo e incluso mucho más añosos.

- ¿Cuál diría que es su momento actual? ¿Es una especialidad estabilizada, en progresión o, por el contrario, estaría en retroceso?

- Yo diría que es una especialidad que se encuentra en un momento bueno dentro de lo que es lo mal que está sistema. En cuanto a desarrollo científico y tecnológico está completamente en un momento dulce, desarrollándose cada vez nuevas terapias y cogiendo territorios fronteras. Por ejemplo, de tratar vasos gordos, las arterias, que diríamos que son las más fáciles de manejar y las que mejor pronóstico tienen en cuanto a tratamientos, estamos empezando ya a tratar arterias muy pequeñitas en la zona del pie. Por arriba nos estamos metiendo ya casi en el corazón, que prácticamente llegamos ya al límite con la cirugía cardíaca, y todo con técnicas poco invasivas.

- En la 37ª edición del Congreso de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular celebrado recientemente en Punta Umbría se habló de que en torno al 50% de la población mayor de 50 años en Andalucía podría sufrir alguna patología vascular en arterias y venas. ¿Cómo debemos interpretar esa cifra?

- Es una cifra que es así, es real. Y es algo que impacta mucho porque en nuestro día a día parece que no lo percibimos, pero yo creo que si todos nos paramos hacer una recapitulación en nuestros familiares y en nuestro entorno cercano, siempre hay alguien tiene alguna patología vascular. Por ejemplo, la patología venosa es extremadamente frecuente. En torno al 50% ó 60% de la población tiene alguna variz o alguna araña vascular en algún grado mayor o menor. No estamos hablando de que sean problemas extraordinariamente graves, que también los hay. Si entramos en problemas de las arterias, podemos ver que actualmente vivimos una lacra en nuestra sociedad que es la obesidad, incluso infantil, lo que va a  conllevar un trastorno metabólico que se va a manifestar, ya no sólo en la edad adulta, sino en la adolescencia también y eso va a desencadenar patologías vasculares, y de otro tipo  como la diabetes que es uno de los grandes caballos de batalla y uno de los grandes factores de riesgo junto con otros como es la hipertensión, que también se está disparando. En todo ello tienen que ver los malos hábitos. Y esto va a conllevar que las enfermedades se disparen y que sean incluso una causa de mortalidad por delante del cáncer, donde todos sabemos que hay que poner recursos para investigar y seguir avanzando, pero también en las enfermedades vasculares, que van a ser la gran lacra de nuestro sistema sanitario, diría, a nivel mundial.

- Es habitual pensar en la enfermedad vascular como propia de una población mayor. ¿Cómo afecta a los jóvenes?

- Pues desgraciadamente también afecta cada vez a gente más joven. Los malos hábitos que vamos incorporando; la pérdida mediterránea; el tabaquismo, al que la mujer se ha incorporado de una forma bastante brutal y agresiva, que antes era más exclusivo del sexo masculino; los malos controles alimenticios como la elevación de cifras de colector; el poco ejercicio y el sedentarismo... Todo ellos está haciendo que se disparen las enfermedades vasculares en gente más joven. Siempre digo que cuando empecé operaba a pacientes muy añosos y cada vez su edad se parece más a la mía, es decir, yo he ido creciendo en edad y el paciente ha ido disminuyendo.

- Se dice que es uno de los servicios con menos especialistas por habitante. ¿Qué déficit tiene?

- Es verdad que tenemos falta de profesionales. Obviamente afecta a múltiples especialidades, no sólo a la nuestra, pero es verdad que al ser la nuestra una especialidad ya con poca gente pues no es lo mismo tener menos cuando ya tienes poco que tener menos cuando se tiene mucho. El debate que tenemos es que es posible que hayamos vivido una etapa en la que se ha hecho una mala planificación del sistema sanitario que ha sufrido por diversas razones una fuga de profesionales que nos ha hecho llegar a un punto en nuestra comunidad, en concreto en dos provincias, como son Jaén y Huelva, donde tenemos una falta de profesionales brutal. La proporción de cirujano vascular por paciente supera en este momento en Jaén los uno por cada 120.000 e incluso uno por cada 130.000, cuando los estándares estarían en uno por 50.000. Eso sería la cifra para que la población se sintiera totalmente atendida.

- Entiendo, por tanto que, como presidente de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular tendrá mucho que reivindicar...

- Efectivamente en esta situación nos encontramos en la Junta Directiva que comenzamos hace un año y medio en esta andadura y que partimos con el objetivo fundamental de estabilizar las plantillas. Es algo que ya se está en marcha y hay procesos para estabilizar las plantillas que ya hay, pero no para completarlas. Obviamente es un paso interesante porque si los profesionales no tienen una plaza fija es más fácil que migren a otras sitios que le ofrezcan unos contratos de mayor duración. De ahí que considere que se están dando pasos, pero creo que la demanda que tiene la población es que requiere resultados ya y estos resultados creo que van a tardar en llegar. Por ejemplo en la próxima OPE salen cinco plazas de Cirugía Vascular cuando se necesitarían muchísimos más. Estamos intentando tener reuniones con la Administración de cara a tratar esa distribución de los recursos dentro de lo que es toda la comunidad autónoma donde hay ocho provincias donde creemos que todas deben estar igual de bien todas. Que todo todo ciudadano andaluz se sienta igualmente atendido y acogido con las mismas posibilidades independientemente en su lugar de procedencia.

- ¿Y a qué retos se enfrenta?

Los retos que tenemos desde la sociedad es, precisamente, la equidad en la distribución de los recursos humanos y materiales. Eso cuesta porque las plazas son más atractivas según su situación geográfica o provincial, es decir, es mucho más atractivo ir a unas provincias andaluzas que a otras, por las razones que sean, y, en ese sentido, creo que hay que trabajar en lo que son las zonas de difícil cobertura para que el personal se sienta atraído en ir allí a cubrir los recursos asistenciales. Por otra parte, en cuanto a la distribución de recursos, estamos ante una especialidad muy tecnológica, donde cada vez estamos llegando más lejos, y necesitamos sistemas de precisión por igual en toda la comunidad y ahí creo que la apuesta de la Administración debe ser clara hacia el implemento de la tecnología puesto que todo eso también repercute y redunda en beneficio para los pacientes.

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