“El prejuicio lleva al paternalismo”

María Agúndez. Escritora

María Agúndez
María Agúndez / Marta Anglada

Nacida en Zaragoza en 1990, María Agúndez es escritora, locutora de publicidad e ilustradora bajo el seudónimo marigundez. Ha trabajado en productoras de publicidad y como letrista para canciones de series de ficción y jingles. En Casas limpias (Temas de hoy), su segunda novela, refleja la incomodidad a la hora de convivir con la desigualdad y la brecha social contemporáneas.

–‘Casas limpias’ es una reflexión sobre lo que pensamos y no decimos sobre el trabajo doméstico. ¿Cómo surge esta novela?

–Un día, en una cena con unos amigos, salió el tema de que ellos no tenían el número de teléfono de la persona que limpiaba en sus casas. Pensé que era muy fuerte. Ellos, ante una situación así, se sienten como atacados, como hombres contra mujeres y mujeres contra hombres, pero no tenían por dónde justificarse. Fue un debate interesante.

–El tema del género de la ‘señora de la limpieza’, ¿es tabú?

–Por la historia, por nuestro pasado, incluso ahora, cuando tú ya no eres la que limpia y pagas a alguien para que lo haga, aún así como mujer, que es de lo que habla la novela, te sigue tocando llevar la relación con esta persona. Igual con los cuidados. Hay un momento del libro que me parece muy simbólico, en el que la madre de la protagonista le dice sobre una chica que cuida a su bebé: Te va a dejar tirada en vez de decir os va a dejar tirados como núcleo familiar. Los cuidados te corresponden a ti también y tienes que gestionarlo tú. Todo es un tabú. Pero quizás éste nace de que muchas veces nos quedamos en la moral, en la teoría, como la protagonista, que se pregunta ¿seré una buena persona de izquierdas?, ¿Seré una buena feminista?, ¿Seré una buena madre? Lo que en la teoría debe ser esconde muchas cosas que hacen que se genere ese tabú porque no se trae a tierra.

–¿Cuántos prejuicios se esconden tras las buenas intenciones?

–Más que prejuicios, que los hay, esconde todo este sistema de paternalismo. El prejuicio te lleva al paternalismo: intentando tapar ese prejuicio estás siendo empática con la persona que tienes delante, pero finalmente terminas siendo paternalista.

–¿Limpiar no da estatus social?

–La novela navega todo el rato entre lo que son trabajos dignos y no dignos. El novio mismamente se avergonzaría de su pareja, que supuestamente pertenece a un mundo privilegiado, si se dedicara a limpiar. Para esa persona, limpiar no da estatus social.

–¿Es feminista que te limpien la casa?

–En realidad, el aspecto del feminismo vendría de todo el pasado que tenemos como mujeres. Más que ser buena feminista o no, tienes que ser buena persona.

–¿Cuál cree que es la mayor contradicción en este aspecto?

–La contradicción viene de que es muy difícil llevar a la práctica lo que supuestamente debemos pensar. Es como si hubiera una teoría general que debemos aplicar a todos y luego, cada uno, tiene unas posibilidades distintas. Por ejemplo, si desde un feminismo generalizado no se tiene en cuenta alguien que está racializado: no todos tenemos acceso a las todas ideas ni las podemos llevar a cabo de la misma manera.

La contradicción nace de que es muy difícil llevar a la práctica lo que supuestamente debemos pensar”

–¿Realmente existe la igualdad de género? ¿Siguen estando presentes los roles de género en el ámbito del hogar?

–Es complicado, no me atrevería a hacer mucha sentencia sobre igualdad de género. Si te refieres al desequilibrio que puede haber doméstico, de responsabilidad, sólo te puedo hablar de los protagonistas de la novela: ella está luchando para que exista un equilibrio, pero alcanzarlo es complicado. Los dos quieren estar en equilibrio y la pelea constante es que siempre hay uno que siente que hace más que el otro, y casi siempre es la mujer. Ojalá un equilibrio y una igualdad, pero luego en el ámbito doméstico y en la intimidad cada uno llega hasta donde llega. Hay gente que es más peleona que otra.

–Otro tema que aborda es el peso del juicio social. ¿Aún no lo hemos dejado atrás?

–¿A quién no le importa lo que piensen de él? A todos nos importa lo que puedan pensar de nosotros. Pero la protagonista lleva al límite el juicio social y lo que puedan pensar de ella, que pertenece a una clase social y no se puede salir de ahí porque, si no, no la van a aceptar y no va a estar en el lugar que le corresponde.

–Una noción muy presente es el privilegio y el éxito en el trabajo, en el sentido de que tener un trabajo ‘mejor’ no implica ganar más. ¿Vivimos de la imagen?

–Un poco sí. Estamos muy perdidos y muy acomplejados porque nos comparamos con el resto.

–¿El ‘quiero y no puedo’ define a la sociedad hoy en día?

–Decir la sociedad es abarcar mucho... Es muy difícil generalizar porque cada uno es un mundo, pero internet también hace lo suyo con eso de mostrarse de una manera que luego quizás no eres.... No sabría contestarte.

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