"Los reyes de la casa se han convertido en pequeños dictadores"

-Adolescentes violadores: ¿no le horroriza?

-Lo que más me preocupa es que los chicos que han protagonizado las recientes violaciones en grupo parecen no darle mucha trascendencia a lo que han hecho. ¡Unos han actuado a plena luz del día!

-¿El fenómeno es nuevo?

-A tan corta edad y con esa forma de banalizar los hechos, sí.

-¿Y encuentra alguna explicación?

-El problema es que a los niños se les está robando la infancia. Hoy los chicos consumen alcohol y droga y se exhiben semidesnudos en internet. Todo ello les pone en una situación de mucho riesgo.

-¿Hay demasiada permisividad?

-En lo relativo al alcohol y las drogas es total. He estado en un centro de menores de Almería, con 132 chavales internados. Allí hay chavales de 15 años con unos monos terribles. Eso hay que contarlo.

-¿Qué más observa?

-Los horarios son anormales. Falta respeto a los mayores. Nos hemos olvidado de algo tan elemental como es la urbanidad.

-Y los niños se desmadran.

-No les inculcamos el concepto de autoridad, ni les enseñamos a autorregularse. Cuando un padre dice que no puede con su hijo de 5 años...

-¿Endurecería la ley?

-La gente pone la atención en lo menos importante. ¿Alguien cree que si se aprueban sanciones más fuertes los menores no hubieran cometido las violaciones?

-¿Pero la endurecería?

-¡Sí, por puro agotamiento! Quiero que se baje la imputabilidad a los 12 años para violaciones y homicidios. Nos daremos cuenta de que esa no es la solución y a partir de ahí se escuchará lo que decimos los expertos.

-¿Ahora no se les escucha?

-Cuando me nombraron Defensor del Menor, hace más de diez años, comprobé que todos los ministros del Gobierno sueco estaban atentos a las reclamaciones de mi homólogo. Les pregunté sobre ello, y me dijeron: es que nadie nos votaría si no defendemos a los niños.

-¿Aquí no es así?

-En España podríamos decir que todo es para los niños, pero sin los niños. No olvide de dónde venimos. En Grecia, cuando un niño estaba mal, se le tiraba por el barranco de Taigeto.

-¡Pero si son los reyes de la casa!

-Eso se ha dicho siempre y es un grave error. No se trata de destronar a nadie, pero en un país de nuevos ricos como éste, donde hay mucha estupidez y mucho algodón, no se ha enseñado a los niños la realidad de la vida.

-¿Y…?

-Y los reyes de la casa se han convertido en pequeños dictadores, con los padres como víctimas. Es dramático.

-¿Qué echa en falta?

-No hay políticas de infancia, como en Francia o los países nórdicos. El control de las televisiones, sin ir más lejos, tiene mal pronóstico.

-¿Por qué?

-El presidente de una de las grandes cadenas me dijo: "Está usted muy pesado con eso de que la televisión sea educativa. Nosotros somos contenedores de publicidad". No estoy de acuerdo.

-¿Los padres reman contracorriente?

-Comprendo que tengan esa sensación. Hoy educan también los medios de comunicación y el ambiente global. Hay una relación multicausal con una sociedad muy cambiante, separaciones mal llevadas, patrones machistas…

-¿Aún hay patrones machistas?

-En los países mediterráneos el hombre aún no se ha adaptado a la revolución de la mujer. En España hay un puticlub cada 14 kilómetros.

-¡No me diga!

-La mujer en los países nórdicos padece menos depresión, menos alopecia y menos problemas gastrointestinales. Aquí seguimos en la lucha. Y es más: el machismo se nota más de Madrid para el sur.

-Vaya por Dios.

-Es algo que habrá que ir cambiando. Y permita que le diga que el machismo a veces está inducido por la mujer. Veo procesos de separación en que la mujer dice: el hijo es mío, porque lo he parido.

-Por resumir: ¿educamos peor?

-Creo que educamos mejor. Pero hay padres que quieren quedar bien con los niños y se dejan chantajear. Son padres que lo hacen muy mal, a los que habría que enseñar a educar con sentido común.

-El menos común de los sentidos…

-El niño necesita que los padres sean adultos. Que le apoyen, por supuesto, pero contra los que pueda chocar. Un adolescente necesita chocar contra sus padres. Su gran problema, cuando se neurotiza, es que no hay límites.

-Pero hay niños más conflictivos…

-Tengo clarísimo que un niño conflictivo se hace. Es cierto que cada niño es distinto, pero se puede modelar su temperamento. La educación lo puede casi todo.

-¿Qué es lo que un padre nunca debe hacer?

- Proyectarse en su hijo, transmitirle su frustración, ser su colega o anteponer sus ganas de pasarlo bien a su responsabilidad como padre.

-La adolescencia es una etapa dura.

-Los padres deben saber que, lo hagan como lo hagan, a los 15 años su hijo le dirá: no me entiendes. Es parte del proceso. No hay que acomplejarse, ni preocuparse en exceso.

-¿Si estuviéramos avisados nacerían menos niños?

-Menos es casi imposible: tenemos una media de 1,14 de hijos por mujer ¡Somos el país del mundo con menos natalidad! Yo no creo que educar sea tan difícil. Hay que hacerlo francamente mal para que se desvíe.