"La única soberanía es la del mando a distancia"
Ana Pastor
"Colaboro en una ONG de la Iglesia, lo que no casa con ese perfil bolchevique que me han querido colgar", explica la periodista.
-¿Se siente más cómoda en las preguntas que en las respuestas?
-Mucho más, pero me molesta mucho cuando no me conceden una entrevista.
-¿Quién se la negó?
-Nunca conseguí entrevistar a Francisco Camps.
-¿Cuál tiene por hacer?
-Sin duda, a Obama.
-¿Y Hugo Chávez?
-Lo entrevisté dos veces. Primero poco después del incidente con el Rey en la Cumbre Iberoamericana de Chile. Después, en una visita que hizo a España. Venía muy conciliador.
-¿Qué había de desayunar en Televisión Española?
-Soy más de té que de café.
-¿Siempre le gustó el periodismo político?
-Soy muy futbolera y no me hubiera importado hacer información deportiva. La primera entrevista para la CNN fue con Rafa Nadal. La política me gusta desde el punto de vista del periodista, que es del ciudadano.
-¿Su primer desayuno?
-Uno de los primeros con Dolores de Cospedal. Entrevista que dio que hablar. Volvió en la campaña y después de ganar las elecciones.
-¿Un triunfo que a usted la dejó sin los desayunos?
-Esa pregunta no es para mí. El periodista tiene que ser incómodo. Yo no pienso en las consecuencias cuando hago entrevistas. Pienso en el que está en su casa viendo la tele, en la soberanía del mando a distancia.
-Adolfo Suárez fue el único presidente del Gobierno que procedía de la casa...
-Los políticos no tienen por qué saber de televisión. Entre todas las cosas que hizo mal Zapatero, hay que reconocerle el mérit o de un nuevo modelo de Televisión Española. El modelo dejó de ser consensuado con el PP.
-¿La tele engorda la crisis?
-Tenemos un país mejor de lo que parece y hacemos que parezca. Conozco otras realidades como la de Níger, y tienen problemas para vivir, no digo para vivir bien. Y eso que en Níger hay democracia y Gobierno paritario.
-¿De dónde le viene su querencia con Níger?
-Mi hermano lleva mucho tiempo en una ONG vinculada con la Iglesia que trabaja en Níger, Costa de Marfil y Sudáfrica, de ahí mi obsesión por Mandela.
-¿De qué ONG se trata?
-Acoger y Compartir. Tiene oficina en Granada. Es de la Iglesia católica, lo cual no casa con ese perfil bolchevique que me han querido colgar. Yo estudié, a mucha honra, en un colegio de monjas.
-Habla de Sudáfrica. ¿Dónde vio el gol de Iniesta?
-Estaba superembarazada. Mi hijo nació el año de la estrella.
-¿Su vocación cómo nació?
-Siempre quise ser periodista. De niña siempre me gustaba confirmar todo, hasta las mentiras piadosas.
-¿Entrevistó a todos los presidentes del Gobierno?
-A Felipe, Aznar y Zapatero. A todos, menos a Rajoy. Lo entrevisté cuando estaba en la oposición, pero nunca en La Moncloa. Sin embargo, Aznar estuvo encantador. Fue una entrevista dura, pero al final se quedó a tomar café con el equipo.
-¿Su entrevistado favorito?
-Quizás Tony Blair, que repitió en los Desayunos. Primero, cuando vino a reunirse con Zapatero. Volvió para presentar sus Memorias y pidió venir a los Desayunos.
-En el resumen del año, se recordará como el año que murieron Fraga y Carrillo...
-Los reuní en 59 segundos. Uno de los mejores recuerdos de mi trabajo. Hablaron de todo, de Paracuellos, de memoria histórica.
-¿A quién dejó sin palabra?
-Lo hacía el micro.
-¿El que más desayunó?
-Tal vez Cristóbal Montoro, pero cuando llegó al Gobierno no vino más. Luis de Guindos, sin embargo, me dio la primera entrevista. Fue muy dura, hablamos de Lehman Brothers. Me gustó. Es un tipo que da la cara.
-¿Su compañero sentimental, el periodista Antonio García Ferreras, jugaba al baloncesto con Zapatero?
-No me imagino a Zapatero jugando al baloncesto.
-Nació en 1977, el mismo año que Raúl...
-Mi primera entrevista se la hice a Raúl. En la revista de la Facultad.
-¿Lectura recomendada?
-Lolita en Teherán, de Azar Nafisi. Una iraní a la que conocí poco después de mi viaje a Irán para entrevistar a Ahmadineyad
-¿La invitó a desayunar?
-No, pero me concedió la entrevista.
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