Zësar Bahamonte: "Con mi obra intento hacer del mundo un lugar más humano"
El artista urbano sevillano forma parte del proyecto 'Inevitable', con el que Cervezas Alhambra rinde homenaje al sur y a su artesanía
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Ciudad de México, São Paulo, París, Ámsterdam, Buenos Aires y Bogotá son algunos de los puntos del mapa en los que el sevillano Zësar Bahamonte ha plasmado sus obras, convirtiendo las urbes en lugares más bellos. Edificios en los que ha grabado su idea sobre las relaciones humanas, el amor y la amistad. También ha formado parte del proyecto Inevitable, con el que Cervezas Alhambra rinde homenaje al sur y a su artesanía.
Pregunta.¿Cómo empezó?
Respuesta.Como cualquier niño. Mis padres se dieron cuenta de que si me daban un papel y un lápiz me quedaba tranquilito. Desde entonces, no recuerdo haber dejado de crear.
P.¿Y cómo tomó contacto con el arte mural?
R.A través del grafiti. Siempre me llamaron la atención las pintadas de mi pueblo, Dos Hermanas. Me parecía interesante que fueran dibujos expuestos a todo el mundo. Los que yo hacía los metía en un cajoncito y nadie los veía. Esa exposición me pareció interesante.
P.¿Recuerda qué fue lo primero que plasmó en un muro?
R.Sí, claro. En las vías del tren de Dos Hermanas pinté mis iniciales como un grafitero torpe, con unas letras copiadas de una revista que había llegado a mis manos. Fue muy emocionante y me dejó esa espinita clavada de querer hacerlo de por vida.
P.En general, hay bastante confusión entre pintadas vandálicas y arte urbano.
R.Es un cuento muy viejo. En el momento en el que pintas sin autorización y por tu criterio de dejar algo en una pared se supone que es vandálico. Es una palabra que no me gusta nada, la de vandalismo. Me parece que hacer un dibujo en una pared es lo más inocente del mundo. Hay cosas mucho peores en el espectro de la criminalidad.
P.Viaja por el mundo expandiendo su arte. ¿La vida nómada es imprescindible para tener recorrido en su profesión?
R.Los lienzos son los que te ofrecen los distintos lugares. Inevitablemente, no van a venir a ti, tú tienes que ir a ellos. Eso nos juega mucho a favor, porque al estar expuestos en la calle y en espacios públicos somos accesible a un montón de personas. Cuantos más puntos alrededor del mapa tengan obra tuyas, más personas podrán admirarlas. No creo que para tener éxito haya que viajar. Simplemente, si quieres pintar, vas a tener que hacerlo.
Si abordo temáticas duras, intento que el mensaje llegue desde la belleza"
P.¿Dónde hay más facilidades para los artistas urbanos?
R.En sociedades con las mentes más abiertas, dispuestas a que la ciudad mute. Tenemos el cliché del norte de Europa, como grandes consumidores del arte, pero he sentido más pulsión artística en las calles de Latinoamérica que en las de Europa.
P.Entiendo que antes de empezar un trabajo toma consciencia de que será visto por muchas personas. ¿Cómo se tiene esto en cuenta para no herir sensibilidades al tratar un tema?
R.Intento entender el contexto del sitio donde voy a pintar. Nunca pintarás algo que guste a todo el mundo y siempre habrá alguien que prefiera la pared gris, pero mi experiencia es bastante positiva. La mayoría de gente se siente muy atraída por lo que estás haciendo y los vecinos suelen convertirse en unos grandes acompañantes durante el proceso de creación. Se acaban haciendo dueños del muro. También es verdad que mi obra es bastante amable. Si voy a abordar temáticas duras o de crítica social intento que el mensaje llegue desde la belleza.
P.¿Qué objetivos persigue con su arte?
R.Es algo que no me he planteado hasta hace bastante poco. Creo que hacer del mundo un lugar más humano y más llevable para vivir.
P.¿Dónde encuentra la belleza? Ese lienzo en blanco.
R.No radica tanto en el formato, sino en el contexto. Si me pones un rascacielos en medio del campo, igual no tiene sentido pintarlo o lo mismo sí. Desgraciada o afortunadamente pinto en la calle y lo hago porque, en cierta manera, hay un anhelo exhibicionista de mi trabajo. Siempre nos interesa que sean lugares por donde pasan muchas personas que puedan disfrutar de esa obra.
P.¿Y en qué lugares no intervendría bajo ningún concepto?
R.Supongo que en edificios privados de políticos que no me representen. Tampoco en lugares donde no se merecen que alguien dedique su tiempo a realizar una obra para beneficiar a personas que no benefician a los demás.
P.¿Cree que el arte urbano está viviendo su época dorada?
R.Desde hace más de 15 años se celebran muchas producciones y festivales de arte urbano, porque a la gente le interesa. Se ha desmitificado un poco la cuestión de grafitero como sinónimo de vándalo. No creo sea una época dorada, pero es cierto que hay tantos lugares y tanta demanda que parece que no corremos riesgos. La única amenaza es la inteligencia artificial, pero el gesto humano y el ponerse frente a la pared no lo pueden realizar. Al menos, de momento.
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