España

Concordia en Cataluña, quiebra en España

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz / EFE

España durará, pero el Congreso, donde está representada la soberanía popular, se ha roto. La primera jornada de la sesión de investidura de Pedro Sánchez ha mostrado un Parlamento más quebrado que nunca. No más polarizado, porque la división política en bloques ha sido una constante desde la Transición, sino roto, con dos partes que ni se entienden ni desean hacerlo, que se insultan y se cruzan graves acusaciones, incluidas las penales.

"Fraude", "golpe de estado", comparaciones con Hitler, reaccionarios... el diccionario de las descalificaciones se ha agotado, hasta se intuyó el "hijo de puta" con el que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acogió desde la tribuna de invitados la alusión que Pedro Sánchez hizo a la polémica entre el anterior líder del PP, Pablo Casado, y ella a cuenta de los contratos de su hermano. Es posible que la amnistía mejore la convivencia en Cataluña, pero amenaza con abrir una brecha en España sin espacio para los puentes ni para el juego limpio.

Tal como se espera, Sánchez será elegido este jueves presidente con los votos del PSOE y Sumar, que será socios en el Gobierno, más los nacionalistas e independentistas catalanes, vascos, gallegos y canarios; será una legislatura Vietnam, que se jugará en los tribunales, en Bruselas, en las calles y en los medios. 

Abascal y los diputados de Vox abandonan el pleno tras ser censurado por comparar a Sánchez con Hitler

La investidura ha venido precedida por las protestas contra la amnistía alentadas por Vox ante las sedes del PSOE, muchas de las cuales han sido, claramente, violentas, y de las manifestaciones del PP de tono pacífico. Muchas organizaciones judiciales, incluidos el Consejo General del Poder Judicial y las salas de gobierno de varios tribunales superiores, se han manifestado contra la amnistía, pero el Gobierno llevará su compromiso con Junts y ERC hasta el final: habrá amnistía para todos los procesados relacionados con los referéndum de independencia en Cataluña de 2014 y 2017. El argumento es el de la concordia, la convivencia y el perdón.

La Policía ha tenido que blindar el recinto urbano del Congreso de los Diputados como si fuese un partido entre el Real Madrid y el Barcelona, ante la amenaza de protestas y ante el precedente de un intento de rodearlo durante una de estas jornadas donde grupos neonazis se sumaron a las concentraciones.   

El discurso de investidura de Pedro Sánchez duró una hora y tres cuartos, algo más largo de lo habitual, pero tenía un único fin, descalificar al PP como aliado de la ultraderecha española y europea y recordarle que las elecciones generales del pasado 23 de julio fueron un plebiscito que su líder, Alberto Núñez Feijóo. El resultado será el que se verá hoy, 179 síes contra 171 noes, los de PP y Vox. En medio sólo queda la única diputada de Coalición Canaria, que hará la pirueta de votar a favor de Sánchez en la investidura, pero en contra de la ley de amnistía cuando se debata en el Congreso.

Ante una primera intervención en la que Pedro Sánchez aseguró que España había decidido entre una "derecha retrógrada" y las "fuerzas progresistas", todo lo que vino después fue más agrio, tanto que ya no quedan más grados de excesos verbales. Feijóo tachó la investidura de fraude, corrupción y humillación, y el líder de Vox, Santiago Abascal, lo superó, al comparar al presidente del Gobierno con Hitler, que se hizo con Alemania por medio de unas elecciones libres para acabar con la democracia. "Golpe de Estado, golpe a la nación, golpe a la Constitución", dijo Abascal, que adelantó que a Sánchez le espera "el banquillo de los acusados".

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, censuró a Abascal y adelantó que esas palabras, consideradas como insultos, no figurarán en el diario de sesiones, a lo que los diputados de Vox contestaron con el abandono de la sesión. Ni es la primera vez ni será la última.

La defensa que Sánchez ha hecho de la amnistía es similar a la que empleó en la reunión del comité federal del PSOE donde la explicó por primera vez. La justificación es que esta medida de gracia mejorará la convivencia y la concordia en Cataluña, ése es el interés general que sustenta buena parte de la exposición de motivos de la proposición del ley.

"Vamos a apostar -dijo en el Congreso- por la concordia en Cataluña. Allí hay muchos ciudadanos que quieren ser independientes, nosotros no compartimos esa idea, creemos que es mejor estar juntos. ¿Pero cómo garantizamos esa unidad? ¿Por la vía de la imposición o por la vía del diálogo, del entendimiento y el perdón? El PP ya probó con la primera y los independentistas crecieron en número". 

El diccionario de insultos y descalificaciones, incluso, penales se ha agotado

Sánchez citó el perdón hasta en tres ocasiones, abogó por recuperar la concordia, pero a la vez acusó al PP de llevar a Cataluña hasta el extremo del procès por haber apostado por una vía donde no cabía el diálogo. "La receta del PP condujo al desastre en Cataluña, nosotros apostamos por el diálogo y el perdón", añadió.

La tesis de Sánchez es que el PP se echó en manos de Vox en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo: "El PP tuvo que elegir qué derecha quería ser, una derecha responsable o la que blanquea y legitima a la ultraderecha para llegar al poder (...) Feijóo pudo elegir ser Von der Leyen, Macron o Donald Tusk y prefirió a Trump, Le Pen, Orban y Santiago Abascal". 

En una investidura el candidato a presidente debe exponer su programa de Gobierno, pero la polarización y la amnistía coparon la sesión. Sánchez apenas se detuvo en su agenda social y económica, más allá de lo sabido en el acuerdo que firmó con Sumar, hasta el punto de que, ante una alusión de Feijóo a estas ausencias, el candidato argumentó que su programa ya era conocido, porque será la continuación de la anterior legislatura.

Para este jueves está previsto que intervengan los grupos minoritarios y el socialista, y al final habrá una última intervención de Sánchez. La información que maneja el PSOE es que este mismo fin de semana se termine de diseñar el nuevo Gobierno.  

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