El PSOE de Castilla-La Mancha ha denunció ayer el "desmantelamiento" de otro servicio social en la región por parte del Gobierno regional como son las 74 Oficinas de Atención y Mediación Intercultural (SAMI), que dejarán en la calle a 86 técnicos.

Según dijo en rueda de prensa la secretaria de Comunicación del PSOE regional, Esther Padilla, el Ejecutivo presidido por María Dolores de Cospedal ha empezado a comunicar por carta a los profesionales que trabajan en estas oficinas que "se deja de prestar este servicio". Padilla insistió en la importancia que este servicio tiene para prevenir conflictos sociales y para integrar a los inmigrantes y las minorías en la población autóctona y que son gestionados en algunos casos por los ayuntamientos y en otros por ONG como Cáritas o Cruz Roja.

Al PSOE no le importa que Cospedal "vuelva a rectificar" como ha hecho con las casas de acogida a mujeres maltratadas y que si así lo hace, "aplaudirán" la medida.

Padilla insistió en que la presidenta regional está "desmantelando" todo la red asistencial y de servicios sociales que pusieron en marcha los gobiernos socialistas y que supone retroceder treinta años.