Rajoy supera otro obstáculo

El Pleno del Congreso avaló ayer el techo de gasto de 2018 y unos nuevos objetivos de déficit y deuda pública que darán más margen para el gasto social y que conllevará una rebaja del IRPF para las rentas más vulnerables el próximo año. El Gobierno consiguió el apoyo suficiente, con 175 votos a favor procedentes del PP, Ciudadanos (C's), PNV, UPN, Foro Asturias y Coalición Canaria para que, junto con la abstención de Nueva Canarias, puedan empezar a tramitarse los Presupuestos Generales del Estado de 2018 a partir de septiembre, que, de aprobarse, asegurarán prácticamente el agotamiento de la legislatura.

El Congreso debatió el Acuerdo sobre los Objetivos de Estabilidad Presupuestaria y de Deuda Pública para 2018-2020 y el límite de gasto no financiero de 2018 que, a falta de la votación, saldrá adelante con apoyos suficientes, pese a los votos en contra del PSOE, Unidos Podemos, ERC, el PDeCAT, Compromís y EH Bildu.

El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, defendió un techo de gasto que ayudará a mejorar los salarios de los funcionarios en 2018 y contemplará una rebaja del IRPF para las rentas más bajas, así como deducciones para las familias con cargas, o para las personas con discapacidad. Montoro pidió responsabilidad a los partidos que no apoyan este nuevo plan y lamentó que se queden "al margen de lo que lo que está siendo el final del túnel de la crisis" y, por tanto, den la espalda a la recuperación económica.

De hecho, criticó que el PSOE vote en contra de unos objetivos de déficit para las comunidades que son mejores que los que sí apoyó en diciembre con el techo de gasto de 2017, ya que suponen una décima al alza en las metas que deben cumplir y les proporciona 1.000 millones más de gasto social. "Los que se quieran quedar al margen que ofrezcan argumentos con contenidos", dijo, al tiempo que criticó que Podemos sea "la izquierda contumaz" que "ve regresiva una bajada de impuestos". Señaló que la rebaja del IRPF es "una buena forma de empezar a bajar impuestos en esta legislatura" y solicitó a los socialistas hacer política "por el bien de los españoles".

"Estamos ante la mejor oportunidad de crecimiento económico de la historia", reiteró Montoro en varias ocasiones al presentar una estimación de crecimiento del PIB del 3% que impulsará la creación de empleo y conseguirá que haya 20,5 millones de ocupados en 2020. También valoró los apoyos de las formaciones políticas que votan a favor y que apuestan por la estabilidad en España.

En este sentido, el portavoz de C's insistió en las exigencias impuestas al Gobierno y en los acuerdos conseguidos, una cuarta parte del pacto de investidura, mientras que el PNV reseñó el acuerdo alcanzado en el concierto económico y el mayor margen de déficit que tendrá Euskadi.

También, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias resaltaron los beneficios de un techo de gasto un 1,3% superior al de 2017. La abstención del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, resultó capital para que la votación tuviera más síes que noes y durante su discurso argumentó que 1.000 millones más de déficit son una garantía para políticas de gasto social.

En sentido contrario, el PSOE y la coalición de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea lamentaron que el techo de gasto no traiga consigo ninguna actuación sobre los ingresos, que a juicio de ambos es el principal problema de las finanzas públicas españolas. El portavoz socialista, Pedro Saura, explicó que votaron a favor del techo de gasto de 2017 porque conllevaba medidas para mejorar los ingresos a través del impuesto de sociedades, mientras que el ajuste para 2018 se hace por el lado de los gastos, al tiempo que los portavoces de Unidos Podemos Alberto Montero y Alberto Garzón abogaron por una reforma fiscal justa y en profundidad.