El candidato del PSOE a la Moncloa, Pedro Sánchez, no ha descartado este jueves la posibilidad de llegar a acuerdos poselectorales con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al considerar que ha "abandonado la retórica y las medidas populistas" que defendía hace un año y que ha "modulado su discurso". "Mi compromiso firme es no pactar con políticas populistas, pero hay que reconocer que Podemos durante estos últimos meses ha modulado su discurso y ya no habla de dejar el euro o impagar la deuda pública", ha justificado Sánchez en un foro de el diario El Mundo, en el que ha fijado que su compromiso previo a las elecciones es "no pactar con la derecha".

Respecto al candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dicho que tiene que aclarar si va a "apoyar" tras el 20-D a Mariano Rajoy o a él mismo, es decir, si quiere "cambio o resistencia al cambio", y ha advertido de que se lo preguntará "todos los días de campaña". No obstante, ha explicado que "intuye" que, si puede elegir, Rivera apoyará a Rajoy, por lo que ha defendido que "solo con una victoria del PSOE se puede producir el cambio" político en España, porque "si suma Rivera con Rajoy no habrá cambio y seguirá gobernando Rajoy".

En su intervención, Sánchez ha hecho hincapié en su apuesta por la regeneración democrática y ha desvelado una nueva protesta que incluirá en el programa electoral, como es la reforma de la Ley de Partidos para que reciban más financiación aquellas formaciones que apuesten por medidas de democracia interna, como la celebración de primarias, la limitación de mandatos o la paridad en sus listas electorales.

El líder socialista ha explicado que no se trataría de "penalizar" al partido que no aplique medidas de participación y de regeneración, pero "sí incentivar al más democrático". Ha apuntado que el objetivo sería que la financiación de los partidos "no dependa solo de los resultados electorales, sino también de su democracia interna". También ha confirmado que llevará en su programa una ley de participación institucional de los agentes sociales, sindicatos y empresarios, para asegurar su financiación pública y su participación en la definición de las políticas públicas para que "no quede al arbitrio de ningún Gobierno".

Con el fin de fortalecer el papel del Congreso, ha defendido, además de limitar el uso del decreto ley, eliminar las "rigideces" del debate parlamentario. Para ello, se regularían las comparecencias urgentes del presidente y los ministros para que no rehuyan el debate y que se les pueda hacer preguntas orales sin notificación previa.

En materia económica, Sánchez se ha reafirmado en que no subirá el IRPF por encima del 45% a las rentas más altas y en que dejará en manos de los sindicatos y empresarios la concreción de las indemnizaciones por despido. A escucharle han acudido, entre otros, su asesor económico y exministro Jordi Sevilla, las candidatas independientes Irene Lozano y Zaida Cantera, la presidenta del PSOE, Micaela Navarro, y los portavoces en el Congreso y en el Senado, Antonio Hernando y Óscar López, así como la número dos por Madrid, Meritxell Batet.

En su conferencia, Sánchez ha expuesto además la tesis de que la desafección de los ciudadanos respecto a los políticos y las instituciones democráticas no se deriva de la crisis económica, sino de la respuesta que ha dado Mariano Rajoy a los problemas de corrupción destapados en el PP en los últimos años. "Los problemas le han alcanzado y hoy tenemos un presidente superado", ha incidido el candidato socialista, que ha apuntado que para recuperar el aprecio de los ciudadanos "hay que hacer importantes cambios, y el primero y fundamental es cambiar al presidente del Gobierno".