El 'trabajo sucio' de ensobrar papeletas
Decenas de simpatizantes y militantes preparan cada día el voto que será buzoneado en prácticamente todas las viviendas
Los partidos políticos movilizan a centenares de personas para las elecciones municipales. Por afinidad ideológica se pueden hacer trabajos de voluntariado que llegan desde la preparación y movilización de vecinos, pero también otros trabajos internos que llevan desde el corre ve y dile a un trabajo de los denominados de chinos, por minucioso y manual, el de ensobrar las papeletas que se utilizarán en los próximos comicios como apoyo a los candidatos y que, posteriormente, son repartidas o buzoneadas por toda la ciudad.
Muchas papeletas llegan directamente ensobradas desde la regional. Ello ocurre en el caso del Partido Popular, que ha emitido por ello dos tipos de votos, uno que está acompado por información del candidato, Luis Rogelio Rodríguez, y otra que, además, incorpora la del presidente regional Javier Arenas.
Se trata mayoritariamente de personal de logística que repite elecciones tras elecciones, coordinados desde el partido, pese a que su vinculación es la de ser un mero afiliado o simpatizante afines que trabajarán muchas horas al día colocando las papeletas en los sobres y que con ello, hacen un castillo a través de muchos granos de arena, según reconocen muchos de los responsables de las campañas electorales. Como partidos mayoritarios, PP (en el gobierno) y PSOE (principal grupo de la oposición) son los que más gente moviliza.
Varias decenas de personas se acercan diariamente, tal y como comentan los protagonistas en las sedes electorales, "un día un rato por la tarde y otro un rato por el día, en función de la disponibilidad que hay en casa". Por ello siempre están dispuestas la mesa llena de trabajo, mientras que lo que rotan son los trabajadores a modo de silla caliente, que se mantendrán así durante cerca de 18 horas diarias, desde buena mañana hasta medianoche, un ritmo de trabajo con fecha de caducidad paralelo al propio proceso electoral.
Jóvenes y mayores, pero ámpliamente comprometidos. El reclutamiento se realiza en los barrios, en las asociaciones afines, con muchas caras conocidas entre los representantes vecinales y de los cuales muchos acaban por forma parte de las listas de candidatos. Además, personas cercanas a los propios candidatos (los 30 incluidos en lista), que a través del boca a boca piden ayuda en función de las necesidades que van surgiendo durante los días duros de campaña.
Este contingente humano se convierte en una de las piezas claves de los partidos para hacer llegar su mensaje electoral. Ello implica la asistencia y logística de los actos, el reparto de octavillas previo a los mitines de los barrios (en el caso del PSOE), los repartos de folletos por parejas de candidatos (en el caso del PP), el acompañamiento y comparsa de la candidatura, el reparto de infomación sobre la campaña, incluso la colocación de sillas en los mítines, y, evidentemente, coordinación y control de las votaciones el día de las elecciones, a través de las figuras de los apoderados e interventores; por lo que al igual que los propios candidatos, dependiendo de su implicación con los proyectos, no descansarán hasta que no pase el próximo día 22. Su voto está definido de antemano y en su compromiso particular, conseguir que sean muchos los que participen en las elecciones y, sobre todo, apoyen a su candidato.
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