La infanta Cristina contestó con 579 evasivas a las preguntas del juez

declaración íntegra del 8 de febrero | 'no sé' y 'no me acuerdo', respuestas recurrentes

La hija menor del Rey hizo gala de una flaca memoria durante su comparecencia como imputada por delito fiscal y blanqueo de capitales ante el instructor del caso Nóos

Agencias Madrid

21 de febrero 2014 - 05:05

La infanta Cristina respondió al juez José Castro, en su comparecencia como imputada del pasado 8 de febrero, con hasta 579 evasivas sobre su papel al frente de la sociedad de la que es copropietaria junto a su marido, Iñaki Urdangarín, un alarde de desmemoria ante el que el instructor espetó a la hija menor del Rey: "Yo recibí clases de baile hace 30 años y todavía me acuerdo".

Entre las imprecisiones en que incurrió, 412 veces dijo "no lo sé" o "no sé" a las preguntas que le formularon durante el interrogatorio, mientras que en 82 ocasiones aseguró "no lo recuerdo". El resto de evasivas las saldó con 58 "lo desconozco", siete "no me consta", siete "no lo sabía" y un "no tenía conocimiento", entre algunas otras.

La infanta Cristina negó insistentemente ante el juez Castro todo conocimiento de las presuntas actividades ilícitas de su esposo, en quien descargó la responsabilidad del control de la economía familiar y de su participación en la sociedad Aizoon: "Confiaba en él, él me lo sugirió y así lo acepté".

"Siempre me he fiado de mi marido", aseguró doña Cristina, que insistió en que creía en la "honradez" de su marido y reiteró su confianza en Urdangarín para explicar a Castro por qué constituyeron al 50 % la sociedad Aizoon, dirigida a "canalizar sus ingresos profesionales". "A partir de ahí -recalcó- yo no he tenido nada más que ver, ya lo ha llevado él, yo no he intervenido en nada".

De hecho, negó haber participado nunca en las juntas de la sociedad familiar, ni haber estado "en una sede social de Aizoon", ya que nunca supo que el despacho de Urdangarín en su casa de Pedralbes tenía esa condición.

En relación con el Rey, doña Cristina dijo al juez que nunca habló con él sobre las "razones estéticas y de imagen" que hicieron que la Casa Real recomendara en 2005 a Iñaki Urdangarín apartarse del Instituto Nóos, una entidad que la Infanta no creía que tuviera vinculación alguna con Aizoon.

Castro le preguntó si su padre no le había "hecho ninguna observación" sobre el consejo que dio a su esposo el asesor de la Casa Real José Manuel Romero, después de que se comenzaran a cuestionar en Baleares los contratos entre la Administración autonómica y la entidad que presidía su esposo. "No, nunca", contestó tajante la Infanta, que reconoció que conocía la solicitud que hizo Romero a Urdangarín y que éste le explicó que el propósito era "evitar posibles malas interpretaciones" de los contratos entre administraciones públicas y el Instituto Nóos.

La duquesa de Palma negó que, como declaró una empleada de su casa, le ofrecieran pagarle en negro, aunque insistió en que jamás tuvo conocimiento de que el servicio doméstico era contratado a través de Aizoon.

En la misma línea, descartó tener nada que ver con que se cargaran a la sociedad común como gastos deducibles facturas de servicios y productos para su disfrute personal o de la familia porque nunca tomó partido en la administración. "Yo no me he ocupado de los gastos y las facturas, todo esto lo ha llevado siempre mi marido, realmente en casa teníamos repartidas las funciones y él se ha ocupado siempre de toda la parte financiera de la economía familiar", detalló. "Yo me ocupaba -agregó- de los niños, sus actividades, de la escuela y de todo lo que tenía que ver con ellos, con médicos y demás, y mi marido se ocupaba de toda la parte de los gastos".

A preguntas de su abogado Jesús María Silva, doña Cristina aludió de este modo al reparto de tareas en su matrimonio y aseguró que su marido era quien gestionaba los gastos ordinarios del hogar. También a cuestiones formuladas por su letrado, la Infanta dijo que no tiene conocimientos jurídicos ni tributarios, y "muy básicos" en el ámbito económico.

En referencia a su trabajo profesional en La Caixa, señaló que "algunas veces" e incluso "generalmente" ha firmado documentos sin haberlos leído previamente.

Doña Cristina deslizó una queja: "Precisamente por ser hija del Rey, quizá se me ha sometido a un escrutinio mayor y se me ha mirado con más detalle todos los temas relacionados con la administración y con temas delicados y referentes a la Hacienda".

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