Feria de Abril

Como sevillana, estas son las 5 cosas que no haría en la Feria de Abril

Imagen de archivo de la Feria de Abril

Imagen de archivo de la Feria de Abril

La Feria de Abril de Sevilla es, junto a la Semana Santa, una de las fiestas mas importantes en la ciudad. Y es que durante todo el año la hispalense se prepara para su particular primavera llena de festejos, encuentros con familiares y compañeros y mucha diversión en la calle. 

Aunque no se puede negar que la Feria de Abril sea una fiesta para los sevillanos y sevillanas, también es cierto que tiene cabida para todo el que quiera venir a conocerla. 

No obstante, hay algunos detalles importantes que deben tenerse en cuenta si se quiere visitar la Feria de Abril y disfrutarla como alguien de la ciudad. Estos no tienen tanto que ver con cómo se va vestido o sobre en qué casetas se puede o no se puede entrar sino con cómo desenvolverse por el Real sin cometer los errores que todos y todas hemos cometido en alguna ocasión. Estas son las cinco cosas que, como sevillana, no haría en la Feria de Abril de mi ciudad:

No llevar el plano de la feria

Por mucho que seas de aquí, nadie recuerda el plano de la Feria de Abril de un año para otro e incluso en el mismo Real, es fácil olvidar dónde estaban las calles.

Por este motivo es esencial llevar en el teléfono móvil un plano con las calles. Debes saber que el recinto cuenta con un total de 15 calles y que se numeran en orden ascendente desde la Portada (las más próximas a la portada serán las de los números inferiores). Las casetas pares están a un lado de la calle y las impares al otro, tal y como sucede en las ciudades y los pueblos. 

Este consejo va de la mano, por tanto, del de llevar el móvil hasta arriba de batería e incluso quitarle los datos si crees que no los vas a necesitar. Las jornadas de feria suelen ser largas y en muchas ocasiones no hay cobertura en el recinto debido a la cantidad de personas que se encuentran en él, por lo que la mejor manera de no gastar la batería del teléfono es apagando los datos móviles o poniéndolo, directamente, en modo avión. 

No llevar efectivo

La mayoría de casetas de la Feria de Abril, tanto si son públicas como si son privadas, tienen la opción del pago con tarjeta pero en muchas ocasiones este pago tiene un precio mínimo y en otros espacios solo se acepta el pago en efectivo.

Además de en las casetas, en los alrededores del recinto hay multitud de puestos de comida, de calentitos (que es como los sevillanos conocemos a los churros) e incluso de zapatos o avíos para el traje si se te ha roto o perdido algo. Es posible que en estos puestos solo puedas pagar si llevas dinero metálico. Si no quieres pasar un apuro, lo mejor es que lleves algo de dinero en tu cartera. 

Dar por hecho que me van a invitar a todo

El hecho de que muchas casetas (la mayoría) sean privadas da pie a que en muchas ocasiones recibas una invitación por parte de alguien con caseta para poder entrar en ella. Sin embargo esta invitación no siempre conlleva que el socio de la caseta te vaya a invitar a comer y beber en ella. Lo más prudente en estos casos es preguntar cuánto ha sido o que cada persona pague una ronda. 

Si, por el contrario, sucede que te quieren invitar, no te extrañes. Esto sucede en muchas ocasiones ya que la feria supone un momento de reencuentro y es frecuente que se produzcan este tipo de situaciones incluso si no conoces directamente a la persona que te está invitando. De hecho, hay casetas en la que los socios adelantan el pago de todos los gastos estimados para la semana y no hay ningún manejo de dinero en su interior. 

No remangarme el traje al cruzar la calle

Parece algo insignificante pero no lo es, especialmente si vas vestida de flamenca. Aunque el albero de las calles del Real parezca un polvo inofensivo es difícil de quitar si se te manchan los bajos del traje, sobre todo si ha pasado el camión que riega las calles.

Si quieres ponerte el mismo vestido más de un día, o si llevas un pantalón que pueda rozarte con el suelo, remángatelo cada vez que vayas a cruzar la calle. Lo agradecerás después. 

Esperar al último momento para ir al baño

Da igual cuantas veces leas esto porque va a seguir sucediendo que con el baile, las risas y el jaleo de la Feria esperes hasta el último momento para ir al baño y te encuentres con una cola, a veces kilométrica, de personas que están como tú.

Recuerda que los baños de las casetas son pequeños y que muchas personas van vestidas de flamenca, lo que implica algo más de tiempo. Si no quieres encontrarte con una situación desagradable, ve al baño cuanto antes porque la espera puede ser larga.

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