Buñuelos y chocolate con historia y mucho arte

Feria de Sevilla: lo que no te puedes perder

La familia de Chiquito de Bronce se encarga de realizar los dulces, con la receta que le enseñó su madre y se ha ido mantenido entre sus hijas, convirtiéndose en una tradición

Mujeres realizando los buñuelos
Mujeres realizando los buñuelos / Salomón Cejudo
J. Roldán

07 de mayo 2019 - 13:24

¿Quién no se toma unos buñuelos con chocolate al salir de la Feria de Abril de Sevilla? Es tradición. Pero no unos cualquiera, sino unos buñuelos con una receta y un estilo propio con más de 40 años de historia, como son los de la plazoleta de los buñuelos, realizado por la familia Chiquito de Bronce.

Este lugar único y característico está formado por cinco casetas, de las cuales cuatro la componen la familia de Chiquito de Bronce. Esta plazoleta se localiza al lado del recinto ferial, justo a la izquierda de la portada.

La plaza se encuentra abierta al público desde por la tarde hasta bien entrada la noche. Aunque es por la noche, a partir de las 00:00 horas cuando este singular rincón de la Feria de Abril se transforma.

'Los Buñuelos'
'Los Buñuelos' / Salomón Cejudo

El cliente se queda anonadado, ante tal espectáculo tanto gastronómico como cultural. La familia de Chiquito de Bronce continúa sirviendo los buñuelos pero acompañado de palmas, cante y baile, un momento de alegría entre toda su familia, que la comparte con los clientes.

El precio para disfrutar de esta experiencia tomando unos buñuelos y un chocolate es de 4,50 euros. A simple vista parece caro, pero como expone chiquito "aquí te sientas y también te lo sirven". Una forma diferente a los puestos que existen dentro del Real.

"La receta viene de mi madre, que se la enseñó a sus hijas y así sucesivamente", explica Chiquito. Además se muestra orgulloso de que ya sea "toda una tradición" este lugar y su particular venta de buñuelos, porque ha terminando "especializándose" en estos dulces.

Chiquito de Bronce, propietario de la caseta
Chiquito de Bronce, propietario de la caseta / Salomón Cejudo

"Aquí nos vemos más que durante todo el año", confiesa Chiquito de Bronce. Realmente, aparte de ser una tradición y trabajo para la familia, se convierte en una semana de convivencia de todos, por lo que se disfruta más.

Tal es la magnitud, lo característico del lugar y la historia de vender los buñuelos por parte de su familia que Chiquito confiesa que algún año han sido hasta foco informativo para las "televisiones". Igualmente, son un polo de interés y atracción para los "turistas". Ante la masificación de la Feria de Abril, los extranjeros son los más sorprendidos.

A pesar del calor, a lo que se suma en este caso el calor del perol, las mujeres de la familia de Chiquito no paran de realizar buñuelos y los hombres de servirlo, con gracia, arte y alegría. Un esfuerzo, una forma de vivir diferente y de expresar su felicidad por parte de toda la familia. Es la familia Chiquito al completo la que hace que este lugar se transforme, sea especial y sorprendente. Y sin olvidar lo principal, unos ricos buñuelos con chocolate para cerrar un buen día de feria.

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