Amaya Arzuaga, una española en París
Debido a la ausencia de Loewe este año, la diseñadora burgalesa ha sido la única representante de nuestro país en la cita francesa.
La diseñadora Amaya Arzuaga, única embajadora este año de la elegancia española en la Semana de la Moda de París (dado que Loewe está ausente por encontrarse en un periodo de transición en su dirección creativa), ha presentado una colección prêt-à-porter otoño-invierno inspirada en un viaje al centro de la Tierra como metáfora de la introspección a través de la moda. La creadora de Lerma (Burgos) desarrolló las tablas "en monocolor o bicolor" y las capas, además de continuar su trabajo con las extensiones de tela que, como alas o aletas, envuelven la silueta.
"Hubo una evolución, porque fue un poco mirar hacia adentro, donde normalmente siempre miro hacia el cielo", explicó la propia modista después del pase. "Yo soy muy de inspirarme en la naturaleza, en mariposas, pájaros, pero esta vez ha sido un viaje al centro de la tierra". Esta inspiración quedó en evidencia en los tonos, los cortes y en la forma de jugar con contrastes entre el mundo interior y el aspecto exterior, lo cual resultó una excelente idea a la hora de poner en valor la belleza femenina. Dominaron negros y dorados con gran variedad de texturas, de la pirita al oro solar y tonos oxidados: rojos volcánicos y verdes en degradé. Placas geológicas, volcanes y minerales inspiraron conjuntos donde se mantuvo un estricto control de cortes, formas y volúmenes. Juegos de pliegues y tablas -desde una sola a muy numerosas- pero siempre con gran rigor.
En el desfile, celebrado en el Palais de Tokyo, edificio art decó vecino a la Torre Eiffel, también hubo otras sorpresas, como dos conjuntos de piel de pony teñida de rojo.
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