Misterioso regalo
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Rocambolesco personaje
El domador Ángel Cristo, con su comportamiento disperso y violento con su familia, no sale precisamente bien parado en la serie Cristo y Rey, que relata su relación matrimonial con la actriz Bárbara Rey en el contexto de una España cambiante y resbaladiza. La artista era amante de don Juan Carlos y al empresario circense se le iban los demonios casi con cualquier gesto que hiciera su esposa.
Belén Cuesta interpreta a Bárbara Rey en la serie que cada domingo estrena episodios Atresplayer Premium y el domador nacido en Huelva en 1944 lo encara Jaime Lorente, que capta muchos de los rictus que mostraba Cristo en la vida pública.
Aunque el domador fallecía en Alcorcón en 2010 a los 66 años, por una complicación cardíaca por la abundante medicación que sobrellevaba, su vida fue un tobogán (un tobogán en zig zag) que refleja una existencia en límite en lo profesional y en lo personal. Llegó a ser sexagenario, pero Ángel Cristo tuvo muchos momentos con su vida en un hilo.
El onubense (por circunstancias del trabajo en el circo de su familia) era de origen griego, lo que origina un momento de tensión en la serie de Atresplayer cuando la reina Sofía, al conocer el romance de Bárbara Rey parece que va a desvelar algo más comprometido que pondría en evidencia a su esposo pero se limita a hablar de la ascendencia helena de ambos. El padre del domador era el trapecista griego Christophol Papadópulos, personaje complementario en la ficción, y su madre, española, se llamaba Margarita Dordid, contorsionista conocido en el mundo circense como La pequeña Carolina. El personaje de Cristo en la serie se presenta como "el primer gitano que acude a una recepción real".
Ángel Cristo se crio bajo la carpa y se formó en distintas especialidades pero por su arrojo se decantaba por domador. En su primera intentona con las fieras sustituía con 17 años al domador del circo familiar pero no pudo debutar al derrumbarse la estructura portátil por un temporal.
Su estreno entre leones fue en 1966, el día que cumplía 22 años, y tal como aparece en la serie tuvo un éxito internacional que le permitió ser dueño de su propia compañía que pasaría a llamarse Circo Ruso, el más importante de este género del espectáculo que giraba por España.
Los ataques de las fieras fueron habitual a lo largo de su carrera pero recién casado, en noviembre de 1980, sufrió uno de sus peores incidentes cuando un ejemplar de león, llamado Tarzán, le dejó graves heridas en los hombros. Tuvo varios ataques más en la jaula en 1982 y en 1984, en plena actuación en Valencia, el público se quedó petrificado en el ataque por la espalda de un gran felino, suceso que se repetiría en Barcelona en 1988. Dos años antes pudo fallecer intoxicado por el humo cuando salió ardiendo la carpa cuando el Circo Ruso estaba instalado en San Sebastián.
El percance más dramático que tuvo Ángel Cristo en la pista fue en el verano de 1990, en Lérida. Los tres leones y el tigre que estaban en la jaula se abalanzaron sobre él y fue rescatado vivo de milagro, con fracturas y profundos desgarros. Por entonces se había divorciado ya de Bárbara Rey, tras años de malos tratos sobre ella, y su vida personal rozaba el desastre. A la situación privada se le sumaron denuncias por malas prácticas en su empresa y por maltrato a los animales que aparecían en escena. En 1994 fue denunciado por aparecer dos niños en un número con elefantes.
En 1995 se intentó suicidar cuando su circo se encontraba en una localidad gaditana y se le salvó la vida en el hospital de Puerto Real por su ingesta de barbitúricos. Decidió quitarse la vida por la ruptura con su pareja y socia, la trapecista Angélica (que también aparece en la serie como personaje de la ficción). Tras ser atendido en el hospital puertorrealeño días después resultaba herido grave en un accidente de tráfico en la A-92 a la altura de localidad sevillana de Osuna y en ese mismo verano denunció haber sido objeto de una agresión con arma blanca por parte de su socio italiano. Tres años después perdería la propiedad del Circo Ruso, embargado.
Estuvo en huelga de hambre en 2001 para pedir la devolución de su negocio (y de sus animales) y tras un tratamiento de desintoxicación de drogas en Córdoba, vivió una dolencia intestinal que le llevó a estar durante varias semanas en la UCI en un hospital de Sabadell, en 2004. Una vida de tumbos, coqueteando con la muerte en la que la serie parece quedarse incluso corta.
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