El castillo de Windsor ha acogido en este martes el previsto funeral en memoria de Constantino de Grecia a cargo de sus familiares de la casa real británica. Los reyes Felipe y Letizia han estado presentes coincidiendo con la reina emérita, doña Sofía, hermana del fallecido monarca en el exilio, y del rey emérito, don Juan Carlos. Padre e hijo han salido juntos de la ceremonia religiosa.

La ausencia prevista era la del rey Carlos III, tratándose del cáncer que padece mientras reposa en Sandringham y con la presencia de su esposa, la reina consorte Camila, como representación principal de la familia.

La otra ausencia notoria ha sido la del príncipe Guillermo, ahijado de Constantino de Grecia, regente en la convalecencia de su padre, y que se ha ausentado de este oficio religioso. "Motivos personales" han originado que el príncipe de Gales no estuviera en este martes en Windsor. Pero esa ausencia a un acontecimiento familiar de relieve suscita a su vez comentarios y preocupación.

Kate Middleton en una imagen del pasado año

Si el príncipe de Gales se ha ausentado de un cita tan importante es por el delicado estado de salud de su esposa Kate Middleton, la princesa de Gales, que pasó por el quirófano a finales de enero, presumiblemente de una histerectomía que tuvo un postoperatorio complicado. La dolencia en el útero de la princesa Catalina sumió en una honda preocupación a la opinión pública británica, enfermedad que se sumó al anuncio de cáncer del rey sólo pocos días después de que también pasara por una operación en la próstata.

Catalina de Cambridge no ha sido vista desde el mes de diciembre y su recuperación se habría visto afectada por complicaciones, a tenor de especulaciones en torno al palacio de Kensington. Su marido ha acudido a varios compromisos y la huella del mal  momento personal que vive la familia se ha notado en su rostro. La ausencia de este martes acrecienta la preocupación y ha obligado esta tarde a la portavocía del palacio a aclarar que la princesa "evoluciona favorablemente" de la intervención, para calmar las especulaciones.