Desde la misa en Nochebuena no se había vuelto a tener imágenes de la princesa de Gales, tras el fiasco de la foto retocada que se compartió el pasado domingo y que se solucionó con unas disculpas de la protagonista por las injustificadas alteraciones de la imagen.

Los medios británicos están desconcertados con el descontrol en comunicación en el palacio de Kensington sin imágenes de Catalina y sin detallar poco más del estado de salud de la princesa. Cunde incluso la indignación por el mutismo desde palacio, peligrando la popularidad de la pareja ante la ciudadanía.

Entre unas especulaciones que se ven desbordadas, distintos medios británicos apuntan a una crisis conyugal grave en el matrimonio de los príncipes y de ahí la situación un tanto tumultuosa.

Además de su difícil postoperatorio abdominal, Kate sufriría una depresión por las presuntas infidelidades, asunto escabroso que ya se había manejado anteriormente.

El nombre en cuestión es el de Rose Hanbury, con un rol muy parecido al que tuvo Camila, la actual reina consorte en el corazón de Carlos III.

La princesa de Gales, Kate Middleton

Hanbury es marquesa de Cholmondeley, amiga de juventud de Kate Middleton, casada con David Rocksavage. La marquesa y el príncipe de Gales llevarían durante año un relación sentimental que pone en jaque el matrimonio de los herederos a la Corona.

Con el rey Carlos tratándose de un cáncer y con la incertidumbre a medio plazo de lo que sucederá en la familia real, la princesa de Gales estaría sumida en una depresión a lo que se añadiría las secuelas de la operación a la que fue sometida en enero.

Sin imágenes de la princesa y sin aclarar exactamente qué esta pasando desde el palacio de Kensignton, la crisis de los príncipes se agrave ante la opinión pública y las dudas sobre su credibilidad.