La princesa Mette-Marit deberá someterse a un trasplante de pulmón

La esposa del príncipe consorte Haakon empeora de su fibrosis pulmonar en plena preocupación por los juicios de su hijo Marius

Mette-Marit, una princesa ante el Nobel de la Paz con un hijo fugado de la justicia

El hijo de la princesa Mette-Marit, acusado de violación, queda en libertad

La princesa Mette-Marit / EFE
Redacción

19 de diciembre 2025 - 21:29

La Casa Real noruega ha revelado un significativo agravamiento en la condición de la princesa heredera Mette-Marit, de 52 años, quien desde 2018 batalla contra una fibrosis pulmonar idiopática, una patología progresiva que compromete la función respiratoria y carece de cura conocida.

Fuentes médicas del Hospital Universitario Rikshospitalet han iniciado protocolos para evaluar la viabilidad de un trasplante pulmonar, una medida que se contempla como inminente ante el declive observado en exámenes recientes realizados durante el otoño boreal. Esta enfermedad, que ha forzado a la princesa a limitar su agenda pública en múltiples ocasiones, representa un desafío no solo personal sino también para la monarquía escandinava, donde Mette-Marit ha sido un símbolo de modernidad desde su matrimonio con el príncipe heredero Haakon en 2001.

A pesar de su delicado estado, la princesa participó recientemente en una audiencia real el 10 de diciembre, recibiendo junto a su familia a Ana Corina Sosa, hija de la laureada con el Nobel de la Paz María Corina Machado, en el Palacio Real de Oslo. Este acto, que subraya el compromiso de la corona noruega con causas internacionales, contrasta con las restricciones impuestas por su salud, incluyendo una suspensión de compromisos en octubre para someterse a terapias intensivas. Expertos en neumología consultados por este medio indican que la fibrosis pulmonar, caracterizada por cicatrices en los tejidos alveolares, podría requerir intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, con listas de espera que en Noruega priorizan casos críticos. Mientras tanto, el equipo médico monitorea de cerca su evolución, enfatizando la necesidad de un donante compatible para restaurar su calidad de vida.

En paralelo a esta crisis de salud la familia real noruega atraviesa un difícil momentos por los problemas legales de Marius Borg Høiby, el hijo mayor de Mette-Marit, nacido en 1997 de una relación previa con Morten Borg. A sus 28 años, Marius, se enfrenta un juicio inminente por graves acusaciones que han conmocionado al país escandinavo. Entre los cargos destacan cuatro presuntas violaciones, junto con otros 28 delitos relacionados con agresiones físicas y psicológicas contra ex parejas, incluyendo amenazas, daños materiales y presuntas violaciones. Estos hechos, revelados en los últimos meses, han generado un escrutinio mediático sin precedentes, obligando a la Casa Real a emitir comunicados distanciándose de las acciones de Marius, quien ha sido descrito como un joven con un historial de inestabilidad emocional.

El escándalo, calificado por analistas como el más dañino para la monarquía noruega desde la posguerra, ha incluido detalles perturbadores como grabaciones de audio y testimonios de víctimas que describen patrones de abuso prolongado. Marius, quien en su juventud participó en eventos reales como las celebraciones del jubileo de plata del rey Harald V en 2016, ha visto su vida privada expuesta en tabloides, con repercusiones que han afectado la imagen de unidad familiar promovida por Haakon y Mette-Marit. Fuentes cercanas a la corte indican que la princesa, ya debilitada por su enfermedad, ha lidiado con un estrés adicional derivado de este caso, aunque públicamente se ha enfocado en el apoyo a sus hijos menores, la princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus.

El proceso judicial, programado para principios de 2026, podría extenderse por meses.

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