El suculento negocio de casarse

Los famosos tienen un enorme aliciente que no tenemos el resto de los mortales para unirse para toda la vida. Algunas revistas pagan exclusivas millonarias por el reportaje fotográfico, cantidades tan astronómicas que algunas veces se cubren los gastos de preparativos de la boda e incluso sobra un buen trozo del 'pastel' para repartírselo. No son muchos los afortunados, quizás sólo los más cotizados. Desde luego los que lo logran, han 'triunfado'.

Rafael Medina, el hijo de Naty Abascal, recientemente, se ha embolsado limpios 600.000 euros por vender la exclusiva de su boda a ¡Hola! En total, el precio del reportaje de más de 100 páginas alcanzó los 850.000 euros. 250.000 se destinaron a pagar el enlace, así que los otros 600.000 se los embolsaron los nuevos esposos. En tan elevada cantidad, no obstante, se nota la mano de la madre del novio, Naty, quien tiene grandes amistades en la revista ¡Hola!

En cualquier caso, no es la primera vez que esta publicación paga una cifra desorbitada por hacerse en exclusiva con las imágenes de un enlace. En 2002, Jesulín de Ubrique y María José Campanario cerraron un acuero para que los lectores de esta revista fueran los primeros, no sólo en ver las fotos de su boda, sino también en ver la cara de su primer hijo -que fue hija y se llama Julia (después tuvieron un niño)- e incluso en 'vivir' junto a la pareja su día a día en la intimidad. Todo ello por el 'módico' precio de un millón de euros.

Otras bodas sonadas en España por el revuelo mediático que causaron y la enorme popularidad de la pareja fueron, por ejemplo, la del torero Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo en Sevilla en 1998, la de Manuel Díaz 'El cordobés' y Vicky Martín Berrocal en 1997 y la de la recordada Rocío Jurado con Ortega Cano en el 95. De todas ellas, por deferencia con la prensa, se ofrecieron fotos gratuitamente a las agencias. Pero, si alguna novedad instauraron, fue la de los enlaces retransmitidos por la televisión, como si de una boda real se tratase.

Las 'hijas de' también tuvieron su momento, como ahora lo ha tenido el primogénito de Naty Abascal. Rocío Carrasco (con Antonio David Flores) y Chábeli (con Ricardo Bofill) también tuvieron sus momentos de gloria en los medios de comunicación, fundamentalmente en las revistas. Aunque los reportajes fotográficos de sus enlaces se vendieron a coste más reducido que los de sus madres, por supuesto, también se llevaron un buen 'pellizco'.

Entonces, en la década de los 90, aún estaban de moda estos bodorrios de alto copete que, cuanto a más famosos atrajesen como invitados, más cotizada estaba su compra en el sector de las revistas del corazón. Ahora, por contra, lo más in en España es casarse en secreto, como lo han hecho últimamente Julio Iglesias o Penélope Cruz. De ésta última, curiosamente, no ha trascendido ni una sola foto vestida de novia.

En Estados Unidos también se estilan las bodas con exclusivas millonarias. La de Eva Longoria la compró OK! por dos millones de dólares y la de Demi Moores con Asthon Kutcher, por tres hace tres años. Un negocio redondo.