Pablo Motos vivió un proceso de divorcio hace más de treinta años, cuando era un locutor en Valencia. Muy conocido en su tierra pero sin sospecharse de lo que iba a suceder en el futuro. La clave estuvo cuando se le encargó a nivel nacional del programa despertador en la cadena de radio M-80, de Prisa Radio, con la que iniciaba su camino que le llevaría a Cuatro con el espacio semanal El Hormiguero, en 2005, que se convertiría al poco en formato diario, como sucede en Antena 3.

De un primer matrimonio Motos tiene dos hijas, que junto a las hijas de su actual esposa, Laura Llopis, forman parte del equipo del espacio donde está implicada toda la familia. Cristina Correa fue la primera esposa de Motos de la que se divorció y en este martes en El Hormiguero ha dejado algo de sus recuerdos en aquella experiencia.

Las invitadas a su entrega de anoche eran las influencers Dulceida y Alba Paul, la pareja se ha dado de nuevo una oportunidad tras una separación que provocó una riada de comentarios en las redes sociales. Hace unos meses este matrimonio se reconciliaba y su testimonio puede servir a muchas otras parejas separadas o en proceso de ruptura para buscar herramientas a su ya difícil relación.

La influencer Dulceida

Lo habitual en el fin de una pareja es sentir fracaso, decepción con uno mismo y con el otro. "La pena y el fracaso", resume Dulceida. Sin embargo, Motos, aclaraba cómo vivió aquella ruptura, con dos hijas en el mundo, y cuando se asomaba a la treintena. "Cuando me separé lo primero que sentí es liberación, así, sin mentiros. Sentí que me quité un peso de encima, sentimiento mezclado con bastante culpabilidad y sensación de fracaso", admite Motos.

La vida le ha ido muy bien desde entonces en lo profesional, desde la radio local a ser una estrella de la televisión en España, y en lo personal, con su feliz relación con Llopis, a la que conoció cuando estaba en Onda Cero Valencia, en el Protagonistas en desconexión.