Porque hay que vestirse por los pies

De todos es sabido que para salir bien a la calle, para ir conforme al protocolo en cualquier evento, es fundamental empezar por los pies. Toda casa debe tener unos buenos cimientos y toda indumentaria unos buenos zapatos. Bien lo saben los hombres, esos que debieran vestirse por los pies, y lo saben las mujeres que no dejan cabo suelto en lo que se refiere a su imagen. El zapato más valorado de la historia fue el diseñado en 1989 por Harry Winston con motivo del cincuenta aniversario de la película El Mago de Oz. Más de tres mil dólares para hacerse con unos zapatos con más de 4.600 rubíes de 1.350 kilates. Muy de cerca le siguen unos tacones de la exclusiva casa Weitzman. Zafiros, rubíes y diamantes para que los usara la diva del cine Rita Hayworth. Otra creación de esta firma para una mujer del cine, Diablo Cody, fueron unas zapatillas retro doradas inspiradas en la moda de los '40. La oscarizada blogger estadounidense estuvo a punto de lucir su millonaria adquisición en la ceremonia de los Óscar del 2008, donde se le concedió el premio al mejor guión original en la película Juno. Stuart Weitzman se ha convertido en todo un especialista en el diseño de zapatos de lujo y de su alianza con el joyero Le Vian, nacieron unos zapatos decorados con diamantes de 28 kilates y tanzanitas de corte ovalado de 185 kilates. Por si pareciera poco, se le añadieron incrustaciones de diamantes de 595 kilates de Kwiat en platino. La prestigiosa firma ha contado con clientas como la explosiva mejicana Laura Harring o Anika Noni que sorprendió en la gala de los Óscar del 2007 con unos tacones con 1420 diamantes. Pero como la moda y la exclusividad no es solo cosa de grandes diseñadores, la firma deportiva Nike también ha hecho sus pinitos con sus Diamond Nike Air Force, cuyo precio ronda los 50.000 dólares. El borde del logo de la compañía esta formado con diamantes de once kilates color chocolate. Un lujo para los amantes del deporte y la moda. Desde luego, que tiene uno (o una) que estar con esas pintas haciendo deporte por la calle, para comérselo. ¿O no?