Otra cara de la Justicia

'Pusky', el labrador que hace historia en la Audiencia de Sevilla: es el primer perro guía de un juez en España

El juez Luis Gonzaga y 'Pusky', en la Audiencia de Sevilla. / José Ángel García

Pusky tiene dos años, nació en Boadilla del Monte (Madrid) y desde hace unos días es la estrella en la Audiencia de Sevilla. Se trata del primer perro guía de un juez en toda España y se porta tan bien que ya ha entrado en dos juicios y ha sido rebautizado como San Perro por algún magistrado de la Sección Tercera. Luis Gonzaga de Oro-Pulido tiene 60 años, es juez en esa misma Sala y sufre un grave problema de vista (retinosis pigmentaria) que sin embargo no lo disuade de seguir trabajando en lo que siempre ha trabajado: hacer justicia. Los caminos de los dos, el veterano magistrado y el labrador adolescente, se han cruzado gracias a la Fundación ONCE y ahora ambos caminan juntos en una estampa histórica y sin precedentes.

El juez se afilió a la ONCE en 2004. Antes de llegar al perro guía, la organización le fue facilitando “una pantalla especial, una lupa, un programa que lee los textos..”. Pero la pérdida de visión ha sido progresiva e inevitable desde el principio. En 2018, después de un sinfín de colisiones con personas, bolardos o bicicletas, Gonzaga abrió el procedimiento para conseguir un perro lazarillo. “Me facilita todo, hasta el estrés se te quita un poco. El temor a chocarte con algo ha desaparecido. Es muy bueno, aunque de vez en cuando se me distrae”, contó ayer el magistrado durante la presentación pública de Pusky, curiosamente en la sala donde esta semana se ha estado celebrando el juicio por un doble asesinato en Dos Hermanas. Lejos del lúgubre tono habitual de esa estancia, el juez y su nuevo amigo irradiaron alegría y buen humor junto a la preparadora del can, Nuria García, que relató la historia del protagonista de cuatro patas.

A los dos meses de nacer, el perro fue entregado a una familia con la que “aprendió a comportarse”. Es decir, a desenvolverse en espacios públicos, ir en el Metro o incluso asistir a clases para humanos, ya que su responsable era profesor de instituto. Cuando cumplió un año, regresó a la Fundación y allí se completó su entrenamiento. “Tiene un comportamiento social excelente”, recalcó su entrenadora. Cuando fue asignado al juez, este permaneció una semana en Madrid para convivir con él y aprender a dar las órdenes básicas. Cuando ambos se acostumbraron el uno al otro, llegó la segunda y definitiva fase ya en Sevilla, donde Pusky memorizó las rutas habituales de su nuevo compañero de vida.

El nuevo bastón del juez es “uno de los 164 perros guía que hay en Andalucía”, según refirió el delegado de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez. “Él es el verdadero protagonista, con permiso de don Luis, porque es la primera vez que un perro entra en una Audiencia. Lo va a ayudar en todos los desplazamientos y le va a permitir tener más autonomía”, pronosticó.

Entrar en el vetusto edificio del Palacio de Justicia fue precisamente uno de los pasos más importantes del proceso de adaptación de Pusky a su nuevo entorno. El perro guía fue presentado a todo el personal de la Sección Tercera para fijar olores, coger confianza con quienes ahora convive a diario... e inspirar confianza a esas mismas personas, todo sea dicho.

El juez Luis Gonzaga de Oro-Pulido y 'Pusky', este viernes en la Audiencia de Sevilla. El juez Luis Gonzaga de Oro-Pulido y 'Pusky', este viernes en la Audiencia de Sevilla.

El juez Luis Gonzaga de Oro-Pulido y 'Pusky', este viernes en la Audiencia de Sevilla. / José Ángel García

“Aunque su llegada ha coincidido con la huelga de los letrados de Justicia y juicios ha habido menos, ya ha entrado en uno de menores y otro de una causa con preso. Se ha portado estupendamente, se pone a mis pies y no rechista”, narró el juez, en todo momento tan cariñoso con el perro como este con él. Ni un ladrido se le oyó a Pusky durante el rato que duró el acto. “Yo nunca había tenido perro y a mi mujer no le gustan especialmente, pero ahora está como loca con él. No es muy juguetón, quizás con mi hija tiene más ganas de juerga que conmigo y también mi hijo le da más cancha”, reveló el magistrado.

En la Audiencia también están encantados con Pusky. Para comprobar que ha caído de pie no había más que mirar las caras de los compañeros de Sala del juez durante la presentación del bello ejemplar canino. “Alguno lo ha tratado regular”, bromeó el magistrado. Pero nada más lejos de la realidad. “Está mimado”, aclaró. De hecho, las magistradas de su Sección le han regalado una cama para que se eche en el despacho, una manta, un bebedero, un cepillo o un juguete. “Él está contentísimo”, sentenció el juez, nunca mejor dicho.

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