Una abogada sevillana de 58 años ha conseguido que la Mutualidad de la Abogacía le reconozca una Incapacidad laboral Absoluta debido a su complejo cuadro clínico, crónico e irreversible tanto a nivel físico como psíquico, que incluye fibromialgia y fatiga crónica.

En su trabajo la letrada ha de pasar muchas horas sentadas y con posturas mantenidas, además de sobrellevar una gran responsabilidad por el elevado nivel de estrés que genera el asesorar y orientar a los clientes (con la complejidad de la materia por las múltiples y cambiantes legislaciones y normativas), redactar documentos, negociar entre las partes, asistencia y defensa a juicio, etc. Para ejercerlo es necesario e imprescindible encontrarse en plenas facultades físicas y mentales.

Y ante la imposibilidad de hacerlo, la letrada, ejerciente en el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla como Abogada-Mediadora, el 28 de septiembre de 2020 inició un procedimiento de baja por IT por enfermedad común.

La abogada padece fibromialgia (puntos gatillo 18/18), fatiga crónica, artritis psoríasica seronegativa, eventración, colitis ulcerosa quiescente, enfermedad inflamatoria intestinal, hernia diafragmática, gonartrosis y meniscopatía degenerativa y osteoartrosis moderada en tobillo derecho y síndrome disejecutivo. Se trata de un conjunto de síntomas que implican un deterioro del control ejecutivo de las acciones, causado por daño a los lóbulos frontales del cerebro en el que las personas pueden realizar tareas rutinarias pero les cuesta afrontar nuevas actividades o situaciones.

Así, la actora requiere de supervisión para hacer algunas compras, manejar los asuntos económicos o su medicación, ligera desorientación temporal y dificultades en el lenguaje expresivo, a nivel de denominación, por incapaz para reconocer o expresar el nombre de las cosas. Todo ello le provocan en la abogada un bloqueo que interfiere de manera significativa en su vida, con fuertes crisis de apatía, déficit de sueño y ansiedad y trauma por frustración, según los informes de psiquiatría.

El abogado Álvaro Jiménez Bidón, que ha representado a la letrada.

Se trata de un historial médico tan extenso de la paciente, con patologías físicas, psíquicas, mentales y neurológicas de avance progresivo, crónicas e irreversibles, que resulta inviable su continuidad laboral. Ante la imposibilidad de realizar no sólo su actividad profesional como abogada mediadora, sino cualquier activada profesional por muy liviana que sea, y representada por el abogado laboralista Álvaro Jiménez Bidón, de Jiménez Bidón Abogados solicita ante la Comisión de Prestaciones de la Mutualidad de la Abogacía el reconocimiento de su Incapacidad laboral.

La Mutualidad ha estimado el reconocimiento de esta incapacidad labora, que le da derecho al cobro de una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora.