Condenan a nueve años de cárcel al hombre que mató al novio de su expareja en el mercadillo de Su Eminencia
Asesinato en Sevilla
Abdelaziz A. es castigado por un delito de asesinato con las atenuantes de drogadicción, ya que su adicción le hizo tener una visión "distorsionada" de los hechos, y de reparación: ha pagado 50.000 euros a la madre de la víctima
Veredicto sin sorpresas: Abdelaziz A. es culpable de asesinar al novio de su ex en el mercadillo de Su Eminencia

La Audiencia de Sevilla ha condenado a nueve años de cárcel a un hombre que en 2022 asesinó al novio de su expareja sentimental en el mercadillo ambulante de Su Eminencia. Lo hizo al asestarle varias puñaladas. Un jurado popular consideró en su veredicto que Abdelaziz A. era culpable de un delito de asesinato y la Audiencia lo condena como tal aplicándole la atenuante simple de toxicomanía y la atenuante cualificada de reparación del daño. El homicida consignó 50.000 euros para indemnizar a la madre de la víctima antes del comienzo del juicio oral, de ahí esa última atenuante.
Conforme al veredicto del jurado, la Audiencia considera probado que el acusado, que en el juicio reconoció los hechos, había mantenido en el pasado una relación con una mujer con la que tenía en común un hijo. Esta mujer, en la fecha de los hechos, era pareja del fallecido, motivo por el cual el condenado “le guardaba manifiesta animadversión que se había traducido en al menos dos amenazas de muerte, una presencial y otra telefónica”.
El crimen sucedió sobre las 8.00 de la mañana del domingo 27 de noviembre de 2022. El encausado, “sabedor” de que la víctima acudía los domingos al mercadillo ambulante de la calle Ingeniero la Cierva, se dirigió allí “con la intención de acabar” con su vida. Para ello se puso una sudadera con capucha y condujo un vehículo que le habían prestado el día anterior.
Una vez en el lugar, el encausado se escondió entre dos coches aparcados en la vía urbana “a la espera de que apareciera” el otro hombre, quien llegó montado en una bicicleta. Al pasar a la altura donde se “emboscaba” el acusado, este “salió de forma súbita e inopinada de su escondrijo” y atacó con un cuchillo al finado, “que no se había percatado de la presencia del acusado”.
Abdelaziz A., “con intención de inferirle la muerte”, asestó al varón varios golpes y dos cuchilladas “en el forcejeo que mantuvieron”. Cesó en la agresión “al percatarse de la presencia de varias personas que se acercaron a auxiliar a la víctima”. Entonces emprendió la huida a bordo del coche en el que había llegado al lugar. La víctima ingresó en un centro hospitalario de la ciudad ese mismo día y falleció el 12 de diciembre.
La sentencia recoge que el condenado atacó a la víctima “de forma totalmente inesperada para, de este modo, asegurarse de llevar a cabo su propósito sin riesgo alguno para el mismo, al carecer el agredido de posibilidad real de defensa en las condiciones del ataque”.
El condenado es adicto de larga duración al hachís, la cocaína y los psicofármacos. También es bebedor habitual. Todo eso le ha inducido un trastorno mixto de personalidad y afecta “significativamente” a su capacidad intelectiva y de correcta evaluación de la realidad. En otras palabras, “adoptó y ejecutó la resolución de acabar con la vida” del agredido “de forma distorsionada”, motivo por el que la Audiencia lo beneficia con la atenuante simple de toxicomanía.
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