Perros peligrosos

Un mordisco de 91.453 euros

  • Un pitbull suelto destrozó la mano de un joven que paseaba a su perro

  • La denuncia penal consideró demostrada una negligencia por parte del dueño

Un perro juega libremente en un parque de Sevilla

Un perro juega libremente en un parque de Sevilla / Juan Carlos Vázquez

Un joven de 30 años ha presentado una reclamación de 91.453 euros por las graves lesiones sufridas en una mano por parte de un perro de raza pitbull que paseaba por un parque sin correa ni bozal. Ni siquiera la intervención de otros dos transeúntes consiguió que el animal soltara su presa.

Ocurrió el 12 de octubre de 2017 cuando la víctima estaba junto a su esposa paseando al perro de ambos en el parque situado en la calle Padre Pío y se aproximó a ellos a gran velocidad un perro de raza pitbull que se encontraba sin correa ni bozal y que estaba siendo paseado por su propietario, José Antonio C.G.

El pitbull primero se dirigió contra el perro del demandante y a continuación contra el dueño, cuya mano aprisionó con tal fuerza que ni siquiera la intervención de otras dos personas conseguía que cesase en su dentellada.

Según la demanda presentada por el abogado Benito Saldaña, la víctima sufrió una gran herida de la que no dejaba de manar sangre, por lo que fue trasladado a Urgencias de un hospital, donde fue intervenido de una rotura del hueso metacarpiano de la mano derecha y otras heridas por las que estuvo hospitalizado cuatro días. Cuando se presentó la demanda más de dos años después, en diciembre de 2019, seguía sometido a tratamiento rehabilitador.

Una denuncia penal por esta agresión fue archivada en febrero de 2019 al estar destipificados los hechos en la vía criminal, pese a lo cual el juzgado de instrucción 19 constató que “efectivamente existió por parte del investigado una negligencia consistente en llevar sin bozal a un perro peligroso y si ello el resultado lesivo no se hubiera producido".

La reclamación contra el dueño del pitbull y su compañía aseguradora contempla, entre otros, 10.768 euros por los días de incapacitación, 6.553 por las secuelas funcionales y 7.626 euros por las secuelas estéticas, 45.000 euros por la pérdida de calidad de vida, que incluye haber tenido instalado un dispositivo administrador de morfina para calmar el dolor, y otros 17.577 euros por el lucro cesante ya que el agredido no pudo obtener trabajo varios meses después del siniestro.

Saldaña recuerda que el régimen jurídico de la tenencia de animales peligrosos contempla la sanción por dejar suelto o un animal potencialmente peligroso o no haber adoptado las medidas necesarias para evitar su escapada.

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