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Los nuevos juicios del coronavirus: pantallas hasta en la sopa

  • La Audiencia de Sevilla celebra el primer juicio con jurado tras levantarse el estado de alarma por el Covid-19 con numerosas medidas

La sala de vistas con las mamparas ocupando buena parte del estrado.

La sala de vistas con las mamparas ocupando buena parte del estrado. / josé manuel vidal / EFE

La Audiencia de Sevilla ha iniciado este martes el primer juicio con jurado popular tras la pandemia del coronavirus y lo ha hecho con una sala "adaptada" y medidas de prevención rigurosas. En un juicio como el que ha comenzado, donde hay once partes personadas -Fiscalía, tres acusaciones particulares y siete defensas-, lo primero que ha destacado es la proliferación de pantallas protectoras -de metacrilato o de plástico- que se han colocado para separar a todas las partes, a los abogados de los acusados, y a los 11 miembros del jurado -los nueve más los dos suplentes-.

Las fotografías tomadas al inicio de la vista oral muestran una situación aparentemente claustrofóbica, con los abogados recluidos en estos "habitáculos tan peculiares", como ha llegado a calificarlos el magistrado Juan Romeo, que preside el jurado contra el Pollino y los otros seis acusados del triple crimen de Dos Hermanas. 

El magistrado que preside el jurado y el letrado de la administración de justicia. El magistrado que preside el jurado y el letrado de la administración de justicia.

El magistrado que preside el jurado y el letrado de la administración de justicia. / josé manuel vidal / EFE

Ha sido el propio juez quien se ha encargado al inicio del juicio de explicar a los letrados de las defensas y a las demás partes las medidas que se han adoptado para prevenir el contagio del coronavirus, y quien ha advertido a dos letradas del mismo despacho que ocupan sus asientos sin que exista una mampara, algo que han reconocido las abogadas defensora.

También han destacado las fuertes medidas de seguridad que se han establecido en torno a este juicio, con numerosos agentes de la Policía Nacional custodiando no sólo el interior de la sala de vistas, sino los aledaños del Palacio de Justicia.

En el juicio que ha arrancado este martes había muchas mamparas, pero no micrófonos para todas las partes, por lo que el presidente comentó a los abogados que podían levantarse y alzar la voz en el caso de que lo considerasen oportuno para dirigirse a los miembros del jurado. Y de hecho, así lo hicieron dos de los abogados de la defensa, que realizaron sus alegatos previos de pie, para poder observar directamente a los miembros del jurado sin tener que hacerlo a través de las dichosas mamparas. Por cierto que las mamparas tenían una minúscula "ventanita" que los abogados podían abrir y cerrar cuando quisieran dirigirse a sus clientes, sin tener que hacerlo salvando la mampara.

Pero las medidas de prevención se extienden al resto de la sala, donde sólo se ha permitido al inicio la presencia de nueve periodistas acreditados y de un grupo de fiscales que habían acudido para oír el alegato previo de la representante del Ministerio Público. No había público en general, ni familiares de las tres víctimas en la Sala, aunque en la jornada de ayer, cuando se constituyó el jurado, sí que hubo una concentración a las puertas de la Audiencia de Sevilla para exigir justicia para las tres personas asesinadas: el ciudadano turno Yilmaz Giraz, su esposa Sandra Capitán y la hija de ésta, Lucía Begines, de sólo seis años.

Para los periodistas no había mampara, afortunadamente, pero sí se ha tenido que mantener la mascarilla de protección colocada durante las más de tres horas que ha durado esta primera sesión del juicio. Además, el juez ha impuesto otras rigurosas normas, como la prohibición de grabar las sesiones del juicio y de utilizar ordenadores portátiles.

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