La lentitud de la Justicia

Los problemas de salud acaban con la huelga de hambre del sevillano que protestaba por un juicio fijado para 2026

Julio César Hierro, ante la Audiencia al principio de su huelga de hambre.

Julio César Hierro, ante la Audiencia al principio de su huelga de hambre. / D.S.

Julio César Hierro, el vecino de Gerena que el pasado 12 de junio comenzó una huelga de hambre ante la Audiencia de Sevilla para reclamar que un juzgado adelante el juicio sobre incapacidad que se le ha señalado para el 5 de febrero de 2026, ha puesto fin a su estancia junto al Palacio de Justicia debido a los problemas de salud que le estaban provocando la falta de alimento y las veinticuatro horas al día en la calle con temperaturas tan altas como las que han hecho en esos días. Lo deja después de que el Juzgado de lo Social número 9 de Sevilla acusara recibo de los dos escritos presentados por su abogado para formalizar la petición de adelantar el juicio, en el que reclamará la incapacidad permanente total, y respondiera que “se tendrá en cuenta” su solicitud “en caso de que se produzcan suspensiones y huecos en la agenda”. Así consta al menos en la diligencia de ordenación notificada este mismo martes.

“Veo bastante improbable que mi juicio se adelante. De aquí a febrero de 2026 seguro que hay un hueco de veinte minutos para celebrar el juicio, así que si de verdad hubiera voluntad de adelantarlo, se habría hecho ya. Por desgracia, esto es lo más parecido que voy a tener”, comenta Hierro, cuya voluntad acabó siendo doblegada por su estado físico. “Mi salud ya no me permite seguir más días tomando sólo agua y azúcar y estando veinticuatro horas a la intemperie. Los sanitarios me han tenido que atender tres veces y anoche la ambulancia tuvo que venir a por mí urgentemente y se me hospitalizó. La conversación con el médico fue muy seria, me dejó bien claro que estos síntomas pueden ser el principio del fin y que puedo entrar en una fase de la que se deriven secuelas de las que ya no me recupere”, explica.

“Tendremos que confiar en la promesa del juzgado, porque mi salud no me permite seguir con la lucha”, sentencia Hierro, que era jefe de mantenimiento mecánico en la mina Cobre Las Cruces hasta que aparecieron sus problemas de espalda. Ahora sufre pinzamientos, una hernia discal, lesiones vertebrales y un corte en el nervio ciático. A pesar de que en el hospital Virgen Macarena se le diagnosticó todo eso y se valoró el dolor que padece con un nueve (en una escala del uno al diez), la Seguridad Social le negó la incapacidad permanente total, de ahí que no tenga derecho a ninguna prestación.

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