Con más acerado, menos carriles para el tráfico rodado, menos plazas de aparcamiento indiscriminado y un gran mástil para la bandera de España. Así será la Plaza del Ejército Español tras la primera obra de reforma urbanística que ultima la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. El proyecto abarca el gran espacio libre que existe delante de la fachada principal del edificio de Capitanía General, sede del Cuartel General del a Fuerza Terrestre. Hace años que criterios de seguridad y de reordenación urbanística aconsejan esta obra. La gran isleta donde aparcan automóviles a diario ha sido durante décadas un foco de amenaza para las instalaciones militares donde se coordina la logística de 45.000 soldados, además de una estampa de contaminación paisajística, pues el edificio de Capitanía es de estilo regionalista y forma parte de la Plaza de España, icono principal de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Hay una circunstancia que condiciona la obra que estos días se ultima en los planos. La Plaza del Ejército Español se verá previsiblemente afectada por las obras de construcción de la futura Línea 3 del Metro de Sevilla en su última fase. Por este motivo, cualquier intervención en la zona se debe ajustar a criterios de “prudencia y provisionalidad”. Aunque, de momento, no se sabe fecha de inicio de esa gran obra del Metropolitano ni está clara la financiación que deben compartir el Estado y la Junta de Andalucía.

Con esta cautela se ha planteado una intervención de mejor que se diseña en coordinación con los responsables del acuertelamiento. La previsión es ejecutar esta primera fase de las obras a lo largo de 2023. Según los informes técnicos, los principales objetivos son: la ampliación de los itinerarios peatonales con una reducción considerable de la calzada para los vehículos, ganar más espacio limpio y abierto frente al edificio de Capitanía y la adecuación del solar que se usa desde hace años para aparcamiento. De momento se mantendría el uso provisional como estacionamiento pero ordenado y con un pavimento adecuado que, por ejemplo, evite determinados problemas en los días de lluvia.

El estado actual y el proyecto de futuro.

Una singularidad del proyecto es que incluye la instalación de un gran mástil delante de la fachada principal de Capitanía para el izado diario de una bandera de España de gran extensión. Por supuesto, los semáforos tendrán que ser reprogramados ante el más que previsible aumento de peatones. Se contempla la plantación de nuevos árboles, una medida absolutamente necesaria en un espacio abierto y en una ciudad con seis meses de riesgo de calor. En cualquier caso, Urbanismo analiza el diseño de un proyecto de reurbanización definitivo que, en la referida segunda fase, deberá incorporarse al diseño de la intervención urbanística de la línea 3 del Metro.

La primera fase de la obra adecentará considerablemente este gran espacio, con el que Urbanismo tiene una deuda pendiente desde hace años. No pocas veces los altos mandos militares han expresado su preocupación no ya por la estética de la zona, sino por la falta de control del aparcamiento, visto como un foco de amenaza en los años duros de los atentados.

Urbanismo afrontará así una obra necesaria, como lo ha sido, por ejemplo, la realizada en los terrenos que existen delante de la que fue Facultad de Derecho de la antigua Fábrica de Tabacos. Esa parcela ha dejado de afear el histórico edificio y se ha ganado para el peatón y para los árboles. Todo un acierto.