Política

San Telmo no puede con el PP de Sevilla

  • El PP andaluz quiere impedir que José Luis Sanz sea el candidato a la Alcaldía. El Gobierno de la Junta trata de usar a Beltrán Pérez en su lucha contra Génova. Y Virginia Pérez denuncia maniobras de acoso

Virginia Pérez, presidenta del PP de Sevilla

Virginia Pérez, presidenta del PP de Sevilla / José Ángel García (Sevilla)

La presidenta del PP de Sevilla no disimula ya que se siente acosada y maltratada en el Parlamento de Andalucía. Virginia Pérez ha publicado dos mensajes en las redes sociales que no dejan lugar a dudas sobre las presiones que está sufriendo procedentes del Palacio de San Telmo, donde no quieren que José Luis Sanz sea el candidato a la Alcaldía. El alcalde de Tomares y actual senador es la apuesta del PP nacional, que por estatutos es el que decide los cabezas de lista de las capitales. Pero, a pesar de haber perdido el congreso provincial y de no haber disimulado el enojo, el Gobierno andaluz sigue dispuesto a dar de nuevo la batalla, para lo cual no ha dudado en promover que Beltrán Pérez siga de portavoz en el Ayuntamiento, pese a que el edil se ha despedido en formatos oficiales y oficiosos.

A la presidenta provincial se le mandó esta semana un mensaje bien claro con testigos de por medio: “Tú harás lo que se te diga, chica”. Y la chica no sólo no hizo lo que se le exigía, que es solicitarle públicamente a Pérez que se quede de portavoz, sino que dejó claro para el que quisiera leerlo que se consideraba víctima de acoso laboral por soportar varios comentarios de esa índole. Hay que recordar que Virginia Pérez ya recibió el desprecio público de un diputado en una reciente sesión parlamentaria, hecho por los que recibió innumerables muestras de solidaridad, pero no de compañeros de bancada que le tienen más miedo al consejero de Presidencia, mi dilecto Elías, que un pavo al mes de diciembre. Bendodo genera en el PP el mismo temor que provocaba Susana en su día. Es curioso. El César esta fuerte. De momento.

En San Telmo, conscientes de la gravedad de los hechos denunciados por la presidenta provincial, trataron de calmar las aguas con un argumento que hay que reconocer inteligente. Beltrán Pérez sabe hacer oposición. Y Juan Espadas desaparecerá más pronto que tarde del Ayuntamiento de Sevilla. Pérez fue muy combativo en los últimos años de Monteseirín, cuando jugó muy bien las cartas y demostró capacidad de movilización en los barrios. ¡Pero es que se ha despedido públicamente de la primera línea de la política! El PP andaluz pretende usarlo (¿quemarlo?) por su fobia contra la presidenta provincial, que desafió a todo el aparato de la Junta de Andalucía en el congreso provincial de la pasada cuaresma. Y venció con claridad.

El segundo gran capítulo del enfrentamiento entre San Fernando y Génova, el de la candidatura a la Alcaldía de Sevilla, no ha hecho más que empezar. Parece que la paz no es posible en el PP sevillano. Virginia Pérez aguanta. No suele achicarse, lo cual pone de los nervios a los altos mandos del PP andaluz y sorprende a los de Madrid. En Génova no dan crédito a la maniobra de pretender que Beltrán ponga la marcha atrás y asuma la portavocía durante un año más. El objetivo de la cúpula del PP andaluz es ganar tiempo, todo el tiempo posible. Retrasar la nominación de Sanz, ponerla complicada, intentar presentar a la consejera Patricia del Pozo como alcaldable. O quién sabe si a Rafael Carmona, el presidente del Puerto, El Flequi, al que muchos en el PP siguen viendo como el andalucista que fue y que debe en buena medida su actual cargo a Virginia Pérez, porque ese puesto tenía muy potentes pretendientes que estuvieron presionando hasta ultimísima hora.

Hay otros destacados miembros de Génova que le restan importancia a quien sea el portavoz, porque tienen claro quién decide el candidato. Pero Sanz necesita un grupo municipal trabajando cuanto antes para sus intereses. Y la idea de Virginia Pérez de promover a Juan de la Rosa como posible portavoz no es nada descabellada. Es nada menos que el secretario general del partido. No se trata de un capricho, sino de una apuesta de aparato puro y duro.

De momento se ha roto el acuerdo de integración en la comisión ejecutiva del partido de los miembros de la candidatura perdedora del congreso, la liderada por Juan Ávila. El pacto estaba a punto de ser firmado, pero si Juan de la Rosa no es el portavoz municipal, el equipo de Virginia Pérez considera que hay un incumplimiento grave. Por cierto, los perdedores pasaron de anunciar una denuncia en los juzgados por pucherazo en el congreso a estar dispuestos a integrarse en la ejecutiva. Uno no comprende nada. Se supone que uno no debe estar con quien hace trampas, ¿no? Cosas veredes, Sancho.