La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El síndrome de San Telmo existe

Ahora quieren que se quede Beltrán Pérez como portavoz para ganar tiempo y que Sanz no sea el candidato a la Alcaldía

El síndrome de  San Telmo existe

El síndrome de San Telmo existe

No hay paz entre el PP nacional y el regional, entre Casado y Moreno. Tiene su lógica: en su día almorzaron en una hamburguesería en lugar de en un restaurante en condiciones, ¿recuerdan la foto? De la tortilla del PSOE a la comida rápida del PP. ¡Para que luego digan que no se ha degradado la política! Claro que aquello fue antes de la pandemia y el hundimiento de la hostelería. Hoy no lo harían. Estoy seguro. El caso es que lo que comenzó con comida rápida no puede marchar bien. Tras el congreso provincial perdido por la regional y ganado por Génova, ahora me traen loco a Beltrán Pérez, un tipo de palabra, que ha anunciado que terminará el mandato como concejal raso tras dejar la portavocía, que ha rechazado altos cargos en la Administración andaluza y promesas de escaños en Madrid. Se quiere ir de la primera línea de la política, según ha anunciado. Pero la regional necesita a toda costa que se quede en el puesto de portavoz. ¿Pero si el hombre se ha despedido ya de todo el mundo? Del Pleno municipal, de sus asesores del denominado consejo de ciudad, de la prensa, etcétera. La regional quiere ahora que se quede para ganar tiempo, esperar a que Casado se pegue un batacazo en unas generales anticipadas y así impedir que José Luis Sanz sea el candidato a la Alcaldía de Sevilla. ¿Y a quién quiere la regional como candidata? A Patricia del Pozo, la actual consejera de Cultura. Con ella en el puesto, los miembros de JuntsxMálaga logran tres objetivos: tapar la entrada de Sanz en la capital, que fue el rival batido en el PP andaluz en 2014 gracias al dedazo de Rajoy; librarse de la propia Patricia en el Ejecutivo y, consecuentemente, de la influencia directa de Javier Arenas, que se centraría en Sevilla. ¡Esa es la causa de la guerra! Y en esos tiras y aflojas se hace imprescindible para la regional que Beltrán aguante todo lo que pueda en el puesto. ¿Y ahora se les ocurre? Da la impresión de que la regional del PP no da una con Sevilla. ¿Por qué? Tal vez hay quienes no quieren aceptar que la fuerza de Virginia Pérez procede de su carácter y, sobre todo, de las bases, no del dedo índice de un emperador. La cúpula del PP andaluz no quiere a Virginia Pérez ni en pintura. Cada vez lo disimulan menos. Lógico. La Tatcher del Sur no es dócil ni moldeable. Tiene criterio propio. Y ahora, a trancas y barrancas, quieren dar marcha atrás en el proceso libre, serio y responsable que ha iniciado Beltrán para dejar la portavocía cumpliendo sus compromisos con el PP y con los ciudadanos: acabar el mandato como edil raso. Como en su día hizo un señor como Jaime Raynaud, que también fue candidato a la Alcaldía. La regional no quiere a Sanz y no sabe cómo hacerlo. Esto va camino de chapuza de Pepe Gotera y Otilio. ¿Tanto ciega el poder? Debe ser el síndrome de San Telmo.

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