Tradición y leyenda se unen en estas fechas. Tras días de consumismo, la magia de la noche del 5 de enero devuelve la ilusión a niños y mayores. Pero los Reyes Magos de Oriente no tienen la exclusiva. Numerosos personajes, la mayoría de origen medieval, se reparten el trabajo en Europa durante el mes de diciembre. Sinterklaas es el primero en llegar, el 5 de diciembre a los Países Bajos y el 6 de diciembre a Bélgica.

Según la tradición, Sinterklaas (o San Nicolás ) viene de España, y todos los años llega a las costas holandesas en un barco de vapor. Una vez desembarcado, monta en un caballo blanco, Amerigo, acompañado de unos ayudantes llamados Pedritos los Negros (en neerlandés Zwarte Pieten), que lanzan unas galletas denominadas pepernoten.

Es una tradición tan importante en Holanda que la llegada en barco de Sinterklaas se retransmite en directo por televisión. En la misma fecha, el 6 de diciembre, hace acto de presencia en Austria Krampus, un diablo bastante feo que tiene una larga lengua roja y va vestido con un abrigo de pieles. En un principio Krampus era el acompañante de San Nicolás la víspera de Navidad, y en algunas partes de Alemania y Hungría lo sigue siendo. Sin embargo, con el tiempo se independizó.

A los niños buenos les da regalos y dulces, y a los malos los mete en un saco. Sin embargo, es el 24 y 25 de diciembre el día mágico por excelencia, sin menospreciar a los tres Reyes Magos y a la italiana bruja Befana, la última en llegar el 6 de enero.

El angelito Christkindli baja a repartir regalos esta noche en Suiza y en algunas zonas del sur de Alemania, donde los niños tocan triángulos, imitando el sonido de las campanitas de su traje. Desde finales del siglo XIX, a Suecia llega el enano navideño Jultomten que viaja en un trineo arrastrado por dos machos cabríos. Es un hombrecito diminuto y malhumorado al que los niños suecos le dejan un plato de papilla por la noche.

En la vecina Finlandia, el protagonista es Joulupukki y, aunque literalmente significa Cabra de Navidad, en la actualidad viste y se comporta de forma similar a la de su homologo estadounidense. Antes de regresar al Polo Norte, Santa Claus para en Rusia, donde le conocen como Ded Moroz (Abuelo Invierno). A éste lo crearon las autoridades soviéticas cuando quisieron hacer desaparecer las figuras religiosas del imaginario colectivo del país. Hay que tener en cuenta que la figura de Santa Claus o San Nicolás tiene su origen en el obispo San Nicolás de Bari, un religioso muy bondadoso que se cree que murió en el siglo IV.

La última en aparecer es la bruja italiana Befana el 6 de enero junto a los Reyes . Cuenta la leyenda que los Reyes Magos, de camino a Belén, pidieron ayuda a una anciana. A pesar de la insistencia de estos para que les siguiese en su visita al pequeño, la mujer dijo estar muy ocupada. Más tarde, al arrepentirse, salió en busca de Jesús, parándose en cada casa y dejando regalos a los niños por si era alguno de ellos. Queda visto que ningún pequeño debe quedarse sin regalo en el Viejo Continente.