Gatos bengalí: la raza 'salvaje' que triunfa en España (y por qué los veterinarios advierten sobre su compra)

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Gatos bengalí
Gatos bengalí
Raquel Narbona Valiente

20 de febrero 2025 - 08:55

Sevilla/Los gatos bengalís son una raza de gato que ha ganado bastante popularidad en España. Son gatos cuyo pelaje, además de ser precioso, se asemeja al de un leopardo, en este caso, sería semejante a tener un leopardo en miniatura, y no solamente por su pelaje, sino porque, lo que no mucha gente sabe, es que son gato más salvajes. Varios veterinarios y expertos en comportamiento animal han advertido que comprar un gato bengalí e incorporarlo en nuestro hogar no es una decisión fácil y, además, puede traer algunas consecuencias para dueños inexpertos que no se esperan que sea un gato tan activo.

¿Qué hace especial al gato bengalí?

El gato bengalí es una raza creada a partir del cruce entre gatos domésticos y el gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis), un felino salvaje del sureste asiático. Este origen le da al gato bengalí una serie de características particulares, como por ejemplo una gran agilidad, mucha energía y una inteligencia superior a la de otras razas de gatos domésticos. Además, son gatos muy curiosos, juguetones y necesitan una estimulación constante.

Su aspecto físico es impresionante, con un pelaje brillante con manchas o rosetas parecidas a las de los leopardos, patas fuertes y un cuerpo atlético que les permite saltar a grandes alturas. Su tamaño también es considerablemente mayor al de otras razas domésticas, pudiendo alcanzar los 7 kg de peso en algunos.

¿Por qué los veterinarios no aconsejan tenerlo?

Aunque sea precioso y tenga una apariencia majestuosa, los veterinarios advierten sobre varias razones por las cuales el gato bengalí no es adecuado para cualquier tipo de hogar. Para empezar, es un gato que tiene un instinto salvaje y una gran necesidad de espacio. Debido a su herencia de felino salvaje, los bengalíes tienen un instinto de caza muy desarrollado. Necesitan ejercicio diario y enriquecimiento ambiental para evitar comportamientos destructivos. No se adaptan bien a la vida en espacios pequeños o pisos sin acceso a exteriores, ya que requieren áreas amplias para moverse.

Además, son gatos con un carácter dominante y desafiante, no son gatos fáciles de domesticar. Su fuerte personalidad puede resultar difícil de manejar para personas sin experiencia en gato. También pueden desarrollar problemas de conducta si no se les educa correctamente desde pequeños. Por otro lado, la compra de un gato bengalí puede superar los 1.500 euros, y su mantenimiento también implica un gasto considerable en alimentación de alta calidad y cuidados veterinarios específicos.

No es una raza adecuada para familias con niños pequeños o personas mayores ya que su energía y necesidad de juego pueden ser abrumadoras para algunos miembros del hogar. Además, no suelen tolerar bien el manejo excesivo y pueden reaccionar con mordiscos o arañazos.

Problemas de salud y bienestar

Los gatos bengalíes son propensos a ciertos problemas de salud debido a su genética híbrida. Enfermedades hereditarias como la miocardiopatía hipertrófica (una afección cardíaca) y trastornos digestivos son más comunes en esta raza que en otras. Además, su carácter territorial puede llevar a problemas de estrés y ansiedad si no se les proporciona un ambiente adecuado.

Si bien la apariencia del gato bengalí es llamativa, hay otras razas que pueden ofrecer una estética parecida pero con un temperamento más manejable. Algunas de ellas son Ocicat, que tiene un pelaje moteado pero con un carácter mucho más sociable; Savannah,  una raza híbrida que, aunque también requiere cuidados especiales, puede ser más adaptable en su versión de generaciones avanzadas; o Toyger, una raza diseñada para parecerse a un tigre en miniatura pero con un comportamiento mucho más doméstico.

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