Aston Martin DBR22, más que un concept-car, un prototipo de una serie limitada
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El concurso de elegancia de Peeble Beach es el marco en el que Aston Martin presente su nuevo concept.car, el DBR22, un speedster inspirado en los coches de la marca del pasado y que se moverá gracias a un motor V12 biturbo de 5,2 litros y con 715 CV.
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En 1959 Aston Martin venció en las 24 horas de Le Mans con un DBR1. Así, este speedster que había salido unos años antes del departamento de competición de la firma británica pasaba a convertirse en un coche mítico, que marcaría para la compañía los años ´50 por la cantidad de triunfos que obtendría.
Ahora, ese DBR1 de competición ha servido como inspiración al departamento Q by Aston Martin para diseñar el DBR22, un coche sin capota ni parabrisas que puede verse como prototipo de una corta serie de automóviles que la marca producirá en un futuro, como ya ha hecho antes con los Victor, Vulcan o Vantage V600, limitados a unas pocas decenas de unidades.
Una parrilla sin rejilla con el típico contorno de los Aston Martin, las entradas de aire abultadas, dos jorobas para suavizar el flujo de aire que nacen tras los asientos y se prolongan hasta casi la mínima trasera con su difusor integrado y dos escapes de gran diámetro… son algunos de los elementos de diseño que caracterizan al DBR22, un coche en el que se han utilizado tecnologías de última generación para darle a la luz. Y no únicamente porque la fibra de carbono sea uno de los materiales más ampliamente utilizados en él, sino porque algunas de sus piezas se han creado gracias a la impresión 3D para reducir también así su peso, como su subchasis trasero con múltiples piezas impresas en aluminio.
En lo que a su motor atañe, Aston Martin ha querido dotar a este DBR22 de lo mejor entre lo mejor. Y así, bajo su capó se encuentra un V12 biturbo de gasolina. Tiene una cilindrada de 5,2 litros y una potencia de 715 CV, con un par máximo de 753 Nm y está ligado a una caja automática de ocho velocidades. Así, este speedster es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 319 km/h, registros propios de un coche de competición como en el que la marca se ha inspirado para crearlo.
En cuanto al chasis, ha sido puesto a punto con el objetivo de proporcionar precisión, agilidad y tacto, dice Aston Martin, gracias a una gran rigidez torsional o a la calibración de la amortiguación adaptativa.
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