Nissan lanza el Qashqai más esperado: el que lleva su sistema e-Power. Las primeras unidades con él llegarán a los compradores a lo largo de septiembre y puede reservarse con los niveles N-Connecta, Tekna y Tekna+, con un precio respectivo, con campañas promocionales incluidas, de 39.850, 42.450 y 45.200 euros. También está disponible por 500 euros mensuales durante 37 meses, con una entrada de 5.500 euros.

Recordemos que el Qashqai, un SUV de 4,43 m, está a la venta desde el año pasado con versiones microhíbridas de gasolina con arquitectura eléctrica de 12 voltios con 140 y 158 CV y desde 31.850 euros.

Electricidad libre de enchufes

Este sistema de propulsión híbrido permite contar con el empuje que proporciona un motor eléctrico de 140 kW (190 CV). Está alimentado por una batería de iones de litio de alta tensión de 2,1 kWh de capacidad total situada bajo los asientos delanteros y cuya energía es producida por un generador de 110 kW movido por motor de combustión. Este, siempre desligado de la cadena de tracción a diferencia de lo que ocurre con otros híbridos, es un tres cilindros de gasolina, un 1.5 de 140 CV con turbo y compresión variable entre 14:1 y 8:1: es alta con poca aceleración, para reducir el consumo; y baja con carga para que prevalezca la potencia incrementando la presión de la sobrealimentación simultáneamente.

Los entornos urbanos y periurbanos son el espacio ideal para moverse con este coche de tracción eléctrica y cuya energía produce un motor de gasolina.

Con él este SUV consigue un consumo homologado de 5,3 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 120 g/km, si bien habrá una versión de 119. Su etiqueta de la DGT es la eco, como la del resto de versiones del SUV y, con ese consumo, el e-Power cubre el hueco de los Diesel de los que carece el Qashqai: los 1.3 de gasolina del resto de variantes homologan de 6,3 a 7,0 l/100 km.

Nissan la considera una tecnología intermedia entre los motores de combustión y los eléctricos. Con estos últimos tiene en común la respuesta suave al acelerador pero quizá no muy contundente, así como una entrega de ese empuje lineal, sin tirones de ningún tipo.

La incorporación de este nuevo sistema de propulsión no supone ningún tipo de reducción de espacio respecto a otros Qashqai..

También, como los eléctricos de la marca, tiene la posibilidad de contar con una retención similar a ellos si se activa la tecla del modo E-Pedal: en él se regenera energía -también lo hace más acusadamente si se usa B en el cambio en lugar de D si no se acelera- y se frena según se suaviza la presión sobre el acelerador, aunque sin llegar a detener totalmente el coche, pues para eso hay que usar el freno.

El motor térmico no gira a régimen estacionario, sino que éste varía y, sin una caja de cambios como tal -el motor eléctrico sí va asociado a una reductora para trasladar su giro al eje delantero- el incremento o disminución del ruido del motor térmico varía sólo según se aumenta o desciende la aceleración. Es perceptible para que el conductor tenga una sensación natural que acompaña a la presión del acelerador, aunque está atenuado por un sistema de cancelación activo de ruido que trabaja con el equipo de sonido.

Desde la consola central es posible elegir la activación del modo eléctrico, la retención cuando no se está acelerando del e-Pedal o seleccionar los modos de conducción.

Este sonido es más agradable de lo que supone en los Qashqai automáticos un incremento de la demanda de potencia, repentina o no, en los que sí hay una sensación audible de resbalamiento típica de los cambios CVT que no se corresponde con la aceleración.

Durante unos instantes que dependen mucho del tipo de terreno y lo que se acelere, es posible que el sistema e-Power de Nissan esté moviendo a este SUV sin que el motor térmico esté en funcionamiento. Para ello, en la consola central y junto a las teclas de e-Pedal y los tres modos de funcionamiento que actúan sobre retención, dirección o acelerador, hay una más con la indicación EV Mode que es necesario pulsar. Nosotros hemos podido comprobar que antes que la velocidad -hemos llegado a rodar a 100 km/h pero no más rápido por imperativo legal de las carreras por las que circulábamos- exclusivamente usando la electricidad almacenada en la batería y advertir que el motor de gasolina se ponía en marcha ya fuese porque se agotaba o porque acelerábamos más de lo tolerado por el sistema.

La instrumentación, que recurre a una pantalla de 12,3" como la central táctil, permite seguir cómo está funcionando el sistema de propulsión en todo momento. Desde el segundo nivel se complementa con un Head-Up Display.

En cuanto a prestaciones, el Nissan Qashqai e-Power acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 s y puede alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h. Su peso, que en la versión con menos equipamiento es de 1.612 kilos, es 282 superior al más liviano de los Qasqhai con sólo motor de gasolina, el de 130 CV, y con caja manual.

Además de la nueva palanca del cambio, el e-Power estrena una pantalla de infoentretenimiento que alcanzará al resto de los componentes de la gama.

La incorporación del sistema de propulsión híbrido al Qashqai no supone variación en lo que atañe al espacio interior disponible o del espacio de carga. En todo caso, la única diferencia respecto a las versiones de este SUV que ya se venían comercializando está en la adopción de una nueva pantalla para el equipo de infoentretenimiento o un mando para el cambio que se irán incorporando en las versiones de gasolina.