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Cómo evitar que te estafen a la hora de llenar el depósito de tu coche o moto

Surtidor de diésel en gasolinera

Surtidor de diésel en gasolinera / PIXABAY

Tras la vuelta de las vacaciones, todos los conductores de España tendrán una buena notica, llenar el depósito del vehículo costara algo menos que a principios del verano. Sin embargo, a pesar de este descenso, la gasolina y el diésel continúan siendo más caros con respecto a hace un año. 

El precio medio del litro de gasolina se encuentra en 1,80 euros y el diésel se sitúa en 1,89 euros, esto sin aplicar el descuento de 20 céntimos por litro que estableció el Gobierno el pasado mes de abril.

Ante la subida del carburante, los españoles han aumentado las visitas a las gasolineras conocidas como low cost, donde el precio de la gasolina y el diésel es algo más barato. Aunque en ciertos momentos del año, las gasolineras convencionales tenían un precio más barato que las low cost, debido al descuento del gobierno y a un descuento adicional si portabas la tarjeta de fidelización.

La legitimidad de estas gasolineras, está amparada en la Ley de Hidrocarburos de 2013 que abrió el negocio de la comercialización de combustible al público en general, al igual que las gasolineras tradicionales. Hay muchos ciudadanos que se pregunta el origen de los hidrocarburos y la calidad del carburante entre un establecimiento y otro.

Los consumidores, los estados y los propios distribuidores son cada vez más conscientes del problema que supone la venta de gasolina adulterada. Desde SICPA, compañía experta en seguridad, cuenta con distintas soluciones químicas que permiten identificar si el carburante que se comercializa tiene la trazabilidad correcta. 

El Director de Desarrollo de Negocio de SIPCA en España, Fabián Torres señala que "para evitar fraudes, contamos con unas moléculas que se denominan ‘marcadores’ que se colocan en proporciones de partes por millón en los oleoductos o en los camiones cisterna o en los jumbo-tankspara detectar el tipo de combustible que se transporta y la calidad de este".

Los marcadores son invisibles, inoloros e imposibles de sustituir. Además, están adaptados a todos los tipos de hidrocarburos y no perjudican al motor ni al medio ambiente. SICPA analiza las muestras de combustible desde laboratorios portátiles que se transportan cómodamente en un vehículo. Gracias a esto se puede detectar si el combustible que se está vendiendo es gasolina 100%.

Otro fraude extendido es el uso de combustibles que han pasado por todos los cauces legales, pero de los que se hace un uso indebido. El ejemplo más claro es la utilización del gasóleo agrícola por el gasóleo convencional.

Una herramienta desarrollada por SIPCA, permite evitar este tipo de fraudes, entre los que también se encuentra el fraude fiscal a través de la venta de combustible modificado por las gasolineras. Fabián Torres explica que "cuanto más caro es el producto, mayor es el lucro que obtienen, más en este tipo de productos que cuentan con altas tasas fiscales y eliminan el pago de ese impuesto en el proceso".

El objetivo de SPCA es acabar con este tipo de fraudes y frenar el comercio ilícito de gasolina y derivados.

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