TRÁFICO

El radar que puede sorprender a los conductores que pasan junto al Ventorrillo El Chato en Cádiz

Radar fijo en la CA-33

Radar fijo en la CA-33 / Julio González (Cádiz)

La CA-33 lleva siendo objeto de crítica por parte de los usuarios durante años, concretamente el tramo que va desde Cádiz a San Fernando. Obras, atascos, accidentes. Ha sido objeto de debate y de toma de decisiones por parte de la autoridades para intentar reducir la siniestralidad en ella, sobre todo en la ya tradicional curva de Torregorda, donde ya hay instalado un radar fijo, pero lo que pocos podían prever es que, además de ese radar, iban a instalar otro radar móvil y en las condiciones en las que lo han hecho, tal y como recoge la plataforma de SocialDrive: Escondido detrás de una farola, en una recta de una autovía con doble carril y límite de 80km/h, sin señalizar y sin detener a infractores.

La 'denuncia' ante las condiciones dispuestas para que los conductores sean denunciados se ha vuelto viral a través de todas las redes sociales. Los mensajes de Whatsapp han corrido como la pólvora por los grupos de amigos y familiares y los miles de españoles que visitan la zona durante el período vacacional no han tardado en reaccionar ante lo que se considera "un afán recaudatorio como gran finalidad". 

Quejas de usuarios y expertos

Desde la revista Autopista, que llevan meses denunciando, junto a SocialDrive, radares de velocidad que, obviamente, se ocultan en las carreteras españolas "con una dudosa finalidad", han querido resumir el sentir generalizado de los conductores, por la forma y la intención de colocar dicho radar, en una recta de una autovía con doble carril por sentido y con límite de velocidad de solo 80 km/h en ese tramo concreto, que que recientemente obras para reparar la calzada. Y con el extra de que apenas doscientos metros más adelante los conductores se encontrarán con el radar fijo de Torregorda.

"Estamos a favor de que se controlen la velocidad y los excesos, pero sin un afán recaudatorio como gran finalidad"

"Estamos a favor de que se controlen la velocidad y los excesos, pero sin un afán recaudatorio como gran finalidad: cubriendo aquellas zonas más peligrosas y que más accidentes registren, una motivación que debería complementarse con una mejor conservación de nuestras carreteras, que cuando viajamos por muchas zonas del país comprobamos el pésimo estado de algunas", alegan de forma pedagógica. Pero la presencia del radar que indigna a media España junto al Ventorrillo El Chato de Cádiz "nos dejan, de nuevo, muchas dudas respecto a la finalidad de algunos radares" sentencian.

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