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Un alemán-iraní de 18 años mata a 9 personas en Múnich y se suicida

  • Cinco de las fallecidos son menores y hay 21 heridos, tres graves. El autor actuó solo en un centro comercial con una pistola. La ciudad trata de volver a la normalidad y el primer ministro de Baviera dice que "sin seguridad no hay libertad".

El tiroteo protagonizado por un alemán-iraní de 18 años, sin antecedentes penales y residente en Múnich, provocó este viernes un total de diez muertos -cinco de ellos menores de edad-, entre los que se encuentra el agresor, e hizo activar la alarma antiterrorista en la capital de Baviera. El cuerpo del joven, que usó una pistola, fue hallado en una calle aledaña del centro comercial donde se produjo el tiroteo, con signos claros de suicidio, informó en rueda de prensa el jefe de la Policía muniquesa, Hubertus Andrä, para añadir que se desconocen totalmente los motivos de su ataque. Además de los nueve muertos en el tiroteo, hubo 21 heridos de diversa consideración, entre ellos algunos niños; 16 siguen ingresados y tres están en estado grave.

"De momento no vemos ninguna similitud", respondió el mando policial al ser preguntado sobre paralelismos con el atentado cometido el lunes por un refugiado afgano de 17 años que, inspirado en la propagada yihadista, atacó con un hacha y un cuchillo de los pasajeros de un tren regional, con un balance de cinco heridos. La policía, recalcó Andrä, trabaja sobre un tiroteo y no puede avanzar si se trata de un atentado o de acto de locura porque desconoce los motivos del joven, cuyo entorno está siendo investigado. 

El ataque se produjo sobre las 17:50 y mantuvo durante horas en vilo a las fuerzas policiales de la ciudad, hasta que poco antes de las 00:00 del sábado se desactivó la alarma. El ministro alemán de la Cancillería, Peter Altmaier, había hecho hincapié en que se investigaba en todas direcciones, sin descartar ni un ataque ultraderechista ni un atentado yihadista, pese a no existir indicios en esa dirección. 

Poco después del tiroteo un portavoz policial había indicado asimismo que éste se había abordado como un atentado terrorista porque los testigos informaron de que el ataque había sido perpetrado por tres personas con armas largas. Andrä indicó finalmente, una vez esclarecida la situación, que se investigó a dos personas que habían huido a toda velocidad en un automóvil de la hamburguesería donde comenzó el ataque, pero que luego se comprobó que no tenían nada que ver con éste. 

La activación de la alerta antiterrorista se decidió ya que permite disponer de los efectivos de todos los cuerpos policiales, incluido el cuerpo de elite GSG-9, creado en 1972 tras la toma de rehenes de los Juegos Olímpicos de Múnich. A través de Twitter, la policía, que colgó sus mensajes en alemán, inglés, francés y turco, apremió reiteradamente y durante horas a los ciudadanos a que abandonaran los espacios públicos de Múnich y no salieran de casa. Asimismo reclamó no difundir en internet fotos ni vídeos de los operativos policiales y pidió que todas las imágenes fueran colgadas en una página web oficial para ayudar a los investigadores. 

El servicio de Metro quedó suspendido de inmediato tras el ataque, lo mismo que el resto de transportes públicos, y el servicio no se reanudó hasta que se desactivó la alarma. Según explicó Andrä, lo prioritario era garantizar la seguridad mientras reinaba la confusión y llegaban a la policía diversas alertas de otros tiroteos e incluso tomas de rehenes en la ciudad, todas falsas. Para facilitar el operativo policial se pidió asimismo a los automovilistas que abandonasen las autopistas en dirección a Múnich, la estación central de ferrocarril quedó evacuada y se suspendió el tráfico ferroviario hacia ella. La policía muniquesa estableció un número de teléfono (0800 7766350) para atender las llamadas de los familiares de posibles víctimas o personas desaparecidos tras el tiroteo. 

 

El centro comercial Olympia se encuentra en una zona residencial algo apartada del centro, a dos paradas de metro del Estadio Olímpico, pero es un sitio concurrido, con un total de 135 establecimientos

 

El tiroteo provocó la alarma general, en un país donde se ha extendido la sensación de que va a ser el siguiente objetivo del terrorismo islámico, tras los recientes ataques de Francia y Bélgica. La voz del Gobierno federal, hasta ahora, fue la del ministro Altmaier, en distintas intervenciones desde las televisiones públicas, mientras que para este sábado se ha convocado una reunión del gabinete de emergencia del Gobierno de la canciller Angela Merkel. 

"Sin seguridad no hay libertad"

El primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, ha mostrado su consternación por el tiroteo y ha abogado por hacer todo lo posible para garantizar la seguridad porque "sin seguridad no hay libertad". En un comunicado, Seehofer señaló que el objetivo ahora es aclarar lo más rápido posible los motivos y las circunstancias de este "brutal e inhumano crimen". 

Las autoridades de Baviera han decretado que las banderas ondeen a media asta en todos los edificios oficiales y el Ministerio del Interior ha extendido la medida a todas instituciones federales.

Mientras, Múnich trata de regresar a la normalidad tras el horror y nerviosismo de las últimas horas. La presencia policial sigue siendo fuerte en los alrededores del lugar del ataque. Funcionan con normalidad el metro y el resto de transportes públicos, que permanecieron suspendidos durante el periodo de alerta. 

Entre los muniqueses se ha desatado una ola de solidaridad y a través de las redes sociales hay quienes anuncian que las puertas de sus casas están abiertas para quienes necesiten compañía tras el trauma de la noche.

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