Los bebés prematuros luchan por vivir en el norte de Gaza
Los equipos médicos del hospital Al Helou en el norte de Gaza, al que brinda apoyo Médicos Sin Fronteras (MSF), carecen de equipamiento esencial como ultrasonidos, incubadoras, suministros médicos e incluso fórmulas infantiles para mantener con vidas a neonatos
Comenzó con dos bebés compartiendo una incubadora, lo que ya resultaba completamente inaceptable y escandaloso. Luego aumentó a tres y la semana pasada vimos cinco bebés en una incubadora. Tras todos los ataques a los centros hospitalarios, hoy sólo quedan 36 incubadoras en el norte de Gaza frente a las 126 que había antes de octubre de 2023.
Tener varios bebés compartiendo una incubadora aumenta considerablemente las probabilidades de infección. El sistema inmunitario de los recién nacidos, especialmente de los prematuros, aún no está desarrollado. Para favorecer el desarrollo neurológico de los prematuros, utilizamos mantas enrolladas u otros materiales suaves para crear un espacio alrededor del bebé, imitando el entorno acogedor del útero. Esto se denomina técnica del nido. Esta posición ayuda a estabilizar la postura del bebé, reduce los movimientos excesivos de las extremidades y promueve la estabilidad fisiológica y conductual.
Una de las razones por las que estamos viendo tantos bebés prematuros es el deterioro de la salud de las madres. Es la tercera vez que estoy en la Franja en el último año; la diferencia ahora es que las madres embarazadas tienen un peso muy bajo y anemia grave. Esto puede contribuir a complicaciones durante el embarazo, incluyendo el parto prematuro. Además, las mujeres embarazadas viven en condiciones terribles: en refugios o tiendas de campaña abarrotadas, con casi ningún acceso a agua potable para lavarse. La mayoría carece de atención prenatal debido a la falta de instalaciones sanitarias y a los desplazamientos constantes. Esto se traduce en que los embarazos de riesgo a menudo pasan desapercibidos hasta que surgen complicaciones, a veces demasiado tarde.
Vemos nacer prematuros y bebés con problemas de salud que podrían haberse evitado incluso con la monitorización más básica, como el diagnóstico de neumonía o anomalías cardiacas, que luego pueden medicarse con éxito. Pero no tenemos el equipo necesario en la que luego pueden medicarse con éxito: no hay ecografías, ni radiografías, y a menudo ni siquiera se pueden realizar análisis de sangre necesarios.
El equipo médico del Hospital Al Helou se enfrenta a innumerables desafíos a diario. El combustible es el principal problema ya que todos los hospitales de Gaza funcionan con generadores diésel. La escasez de combustible provoca cortes de electricidad que acaban con la vida de los recién nacidos que dependen del oxígeno en la UCIN. Fue lo que sucedió, por desgracia, la noche del lunes 14 de julio: un bebé que podría haber sobrevivido falleció debido a un corte de electricidad que interrumpió el suministro de oxígeno del que dependía.
La falta de suministros es otro problema clave. Son tan limitados que tenemos que extender el tiempo entre cambios de pañales, lo que puede provocar erupciones. Siempre estamos a punto de agotar el suministro de leche de fórmula para bebés. Promovemos la lactancia materna, pero en esta situación, muchas madres no pueden quedarse para alimentar a sus bebés cada pocas horas dado que suelen tener que cuidar del resto de sus familias o no tienen suficiente dinero para el transporte y deben caminar de ida y vuelta durante horas.
Es desgarrador. Tener un bebé debería ser un momento de alegría y esperanza, pero ahora, para tantas familias de Gaza, se ve empañado por el estrés y el miedo. A pesar de todos los obstáculos, nuestro equipo hace todo lo posible para proporcionar la mejor atención posible a estos recién nacidos con recursos cada vez más escasos.
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