Guerra en Ucrania

La reestructuración en el Ejército ruso abre una nueva fase en la campaña militar

  • El portavoz del Kremlin asegura que las tropas tienen aún "mucho trabajo por delante"

  • La compañía militar Wagner se atribuye el éxito de los avances en la batalla de Soledar

  • Ucrania resiste al avance ruso en Donetsk

Coches usados en el frente en una plaza de Leópolis.

Coches usados en el frente en una plaza de Leópolis. / Rostyslav Averchuk (Efe)

El nombramiento de un nuevo jefe de las fuerzas rusas en Ucrania, justo cuando éstas están a punto de lograr en el Donbás su primera victoria desde julio pasado, abre una nueva fase en la campaña militar rusa en Ucrania.

El nuevo comandante es Valeri Guerasimov, general que encabeza desde 2012 el Estado Mayor del Ejército ruso y que había sido muy criticado precisamente por la falta de avances en el campo de batalla.

Aunque el Kremlin subrayó este jueves que "los mismos objetivos siguen en la agenda del día", la realidad es que el anterior jefe de la agrupación conjunta de tropas en la zona de la "operación militar especial", Sergei Surovikin, duró apenas tres meses en el cargo.

Objetivos más ambiciosos

El argumento para el cambio esgrimido por el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, es "la ampliación de la magnitud de las misiones a cumplir".

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó que los objetivos siguen siendo la "desmilitarización" y "desnazificación" de territorio ucraniano, y que el Ejército ruso aún tiene "mucho trabajo por delante".

Además, recordó, en alusión a las cuatro regiones anexionadas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, que todos los sujetos de la Federación Rusa "deben ser liberados".

Guerasimov, que apenas ha aparecido en público durante toda la intervención armada, se convierte así, para bien y para mal, en el principal responsable del éxito de la "operación militar especial" iniciada en febrero de 2022.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), la reestructuración del Ejército busca refrendar a ojos de la comunidad internacional que el Kremlin está dispuesto "a librar una larga guerra en Ucrania".

Aunque otros analistas apuntan que el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, no quiere llegar a las elecciones presidenciales de 2024, en las que podrá presentarse a la reelección, sin una victoria en el petate.

Tres meses de bombardeos masivos

Surovikin, criticado en Occidente por su brutalidad en Siria, no ha sido destituido, sino que ha sido relegado al puesto de subjefe de las fuerzas militares en Ucrania.

Durante estos tres meses la estrategia del conocido como General Armaggedon se centró en bombardear las principales infraestructuras civiles del país vecino como represalia por el ataque al puente de Crimea.

Con todo, los bombardeos se vieron acompañados de la humillante retirada del tercio norte de Jerson, incluido la capital regional.

El ISW pronostica que la llegada de Guerasimov precederá a una reanudación de las operaciones ofensivas a gran escala en Ucrania, aunque matiza que Putin ya sobrevaloró en muchas ocasiones las capacidades de sus Fuerzas Armadas.

Uno de los problemas acuciantes que apunta es la incapacidad de la industria militar rusa para solucionar la crónica escasez de munición. De hecho, fuentes ucranianas informaron de que en enero el fuego de artillería ruso se había reducido en algunas zonas hasta en un 75%.

A esto se suman las recientes promesas de carros de combate y tanques para Kiev por parte de EEUU, Polonia, Lituania, Alemania, Francia y el Reino Unido.

Un aviso para Wagner

La decisión de sustituir a Surovikin coincide con la batalla de Soledar, en la que las unidades de asalto de la compañía militar Wagner intentan tomar ese baluarte ucraniano en la región de Donetsk.

Precisamente, el fundador de Wagner, Yevgueni Prigozhin, era el principal valedor del general y, junto al líder checheno, Ramzan Kadirov, uno de los más críticos con el Estado Mayor.

Prigozhin lleva semanas haciéndose eco de los heroicos avances de sus efectivos, que incluyen miles de presidiarios indultados por Putin, según defensores de los derechos humanos, aunque otras fuentes precisan que les ayudan las fuerzas aerotransportadas rusas y las milicias prorrusas.

Los expertos consideran que la designación de Guerasimov pretende reforzar al Ministerio de Defensa ante el desafío que representan Prigozhin, Kadirov e Igor Guirkin, el oficial que lideró la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014, y los blogueros militares, los mayores enemigos del generalato ruso.

La batalla de Soledar

Las autoridades militares prorrusas en la anexionada república popular de Donetsk aseguraron este jueves que en Soledar ya sólo "hay pequeños focos de resistencia aislados".

El teniente coronel Andrei Bayevski señaló que es extremadamente importante controlar Soledar, ya que permitiría atacar el nudo de comunicaciones "de Bajmut desde el norte y cortar por completo las rutas de suministro de las fuerzas armadas ucranianas desde Siversk".

Kiev admite que en Soledar tienen lugar combates cruentos más propios de la Segunda Guerra Mundial y que sus tropas resisten a duras penas, pero que las fuerzas rusas han sufrido en su ataques cientos de bajas.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, abordó este jueves con su Estado Mayor el suministro urgente de la munición necesaria a los defensores de Soledar.

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