Carlos III toma el testigo de su madre, la reina Isabel II, y ayer fue proclamado como rey del Reino Unido y jefe de Estado de otros 15 países más de la Commonwealth. Durante la mañana, el ya monarca británico participó en los distintos actos que anunciaban su proclamación como monarca y en los que se entonó después de más de siete décadas el God save the king.

Un día antes, en el Parlamento británico, después de las condolencias y los discursos en honor a la monarca fallecida, la nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, definió al hasta ahora príncipe de Gales como una persona cuyo “sentido del deber y del servicio es claro, incluso cuando llora”. Sin embargo, la imagen general entre los británicos no es la misma.

La valoración del nuevo rey por parte de la ciudadanía no es positiva. Tommy es historiador y sostiene que Carlos III “tiene un gran reto por delante para poder alcanzar la popularidad de su madre”. “Trabajará en ello, en un par de semanas recorrerá el país estrechando manos”, bromea Tommy. Y es que la percepción del nuevo monarca está muy por debajo de la de su predecesora. Según las últimas encuestas publicadas por la firma YouGov este 2022 sobre la popularidad de la realeza británica, sólo un 42% de los encuestados valoran Carlos III de forma positiva, muy por debajo de su madre (75%).

Esta falta de apoyos al nuevo monarca y a su esposa hace que ya haya quienes dirigen su mirada hacia su hijo mayor, el príncipe Guillermo, más joven y querido entre la ciudadanía británica. “No está muy bien decirlo, pero no creo que vaya a ser rey por mucho tiempo”, sostiene Tommy al referirse a la edad de Carlos.“Nunca será tan universalmente querido o respetado como la reina”, comenta también Elana, una estudiante londinense que va más allá y señala que el nuevo rey “es definitivamente menos carismático que el príncipe Guillermo o Enrique”. El heredero al trono es uno de los miembros mejor valorados de la familia, con el 66% de apoyos.

Para Gerry, un trabajador del Gobierno en una institución local, “sin duda, sus acciones en los próximos días serán las más reveladoras”, aunque cree “que la gente está preparada para su reinado”. En los últimos años el nuevo monarca ha ido adquiriendo más responsabilidades, lo que ha favorecido a mejorar su opinión ante el público.

Algo que sin duda contribuye a su baja popularidad es lo ocurrido con su primera esposa, Diana de Gales. “Creo que a la sociedad británica en general, especialmente a la generación de mis padres, le disgusta mucho por todo lo relacionado con la princesa Diana”, comenta Elana. Kate vive en Liverpool e insiste en que su divorcio con Lady Di y su posterior muerte favoreció “que mucha gente se creara esa mala imagen de él”.

Esta situación no solo marca su imagen, también la de su esposa, Camilla Parker Bowles, que durante años fue vista como la tercera en discordia por los británicos. Hace apenas unos meses que la reina Isabel pidió que tras su muerte, Camilla fuese reina consorte. “Creo que este será unos de los puntos en los que más trabaje el rey en sus primeros años, en intentar convertirla en una verdadera reina de corazones”, explica Gerry en referencia a la forma en la que Diana era conocida.

Pese a esto, gran parte de la sociedad cree que con este cambio en la jefatura de Estado, la monarquía se modernizará y pondrá el foco sobre temas más actuales. La joven londinense indica que aunque en el pasado Carlos tuvo “opiniones bastante anticuadas, en los últimos años se ha suavizado y se espera que sea bastante bueno a la hora de aumentar el interés por las iniciativas medioambientales”.

Con 73 años y después de 53 como heredero a la corona, Carlos III se estrena en un trono que dice adiós a la estabilidad que le ofrecía tener a la reina más longeva de la historia y se adentra en un nuevo capítulo con los apoyos muy por debajo de su madre y su hijo. “Espero que sea un gobernante bueno y sensato como lo fue su madre”, zanja Kate.