Cultura

ARCO 2021 abre sus puertas en Madrid con la mitad de galerías

  • Tras la primera jornada profesional, los Reyes inaugurarán este jueves la feria de arte contemporáneo, que se celebrará hasta el domingo

Obras de Antonio Ballester Moreno en una de las galerías de ARCO 2021.

Obras de Antonio Ballester Moreno en una de las galerías de ARCO 2021. / Chema Moya (Efe)

ARCO ha levantado este miércoles el telón de su edición más atípica. La pandemia ha trastocado el mercado del arte y la feria española abre a medio gas, con sólo 130 galerías. Ayer fue la primera jornada para el público profesional, de las tres que habrá este año. Tras la inauguración oficial por parte de los Reyes, que se celebrará este jueves, el fin de semana ARCO estará disponible para el público general y se despedirá el domingo.

"Es un momento particular y somos conscientes, pero no entiendo éste como un año de transición", defendía ayer Maribel López, directora de la cita, poco después de que diera comienzo la primera jornada profesional. Algunas galerías se quejaban de las malas fechas; otras estaban entusiasmadas. Helga de Alvear, una de las más veteranas, se mostró encantada: "Pongo un diez a la directora, hacer una feria ahora mismo con las mejores galerías es increíble, espero que los españoles se den cuenta". Alvear ya había comprado a primera hora de la mañana cinco piezas para su museo en Cáceres.

Guillermo de Osma, otro veterano, llega también "con mucha ilusión" y se apuntó ventas a primeras horas: dos cuadros de Oscar Domínguez. "Hay ganas de comprar, no ganas locas, pero sí ganas razonables", declaraba. "El mundo del arte le debe mucho a ARCO, para nosotros era importante estar, hay que mostrar solidaridad con la feria este año", defendió el galerista.

Entre la representación internacional –más de la mitad de la nómina– se encuentra la galería austriaca Krinzinger, que no se ha perdido ni una edición de las 40 que ha celebrado ARCO. "Es un tiempo extraño, pero creemos que es necesario estar aquí", decía Thomas Krinzinger.

Dos operarias hacen trabajos de limpieza en la sala donde se encuentra la reinterpretación del 'Guernica' de Agustín Ibarrola. Dos operarias hacen trabajos de limpieza en la sala donde se encuentra la reinterpretación del 'Guernica' de Agustín Ibarrola.

Dos operarias hacen trabajos de limpieza en la sala donde se encuentra la reinterpretación del 'Guernica' de Agustín Ibarrola. / Cézaro De Luca (Europa Press)

Clemente Cayón, de la galería Cayón, no se mostraba muy convencido por las fechas, porque muchos compradores no están en Madrid, pero también cree que "hay que apoyar la feria". Su galería sin duda lo ha hecho con una gran obra de Jesús R. Soto de 6 metros de largo por 2,5 de alto, por el que ya mostró ayer interés algún comprador. Cuesta 1,3 millones de euros y por el momento es la obra más cara de la feria.

Algunos, como Armando Cabral, que recibió ayer el Premio Al Coleccionismo de la feria, sí agradecen el formato más pequeño de la feria."Vamos a poder ir más despacio, mirar con más atención, tener conversaciones. Las ferias son muy cansadas", dijo.

Pese a que hay grandes obras, se nota que las galerías han abierto la horquilla de precios hacia abajo. Guillermo de Osma, por ejemplo, tiene un Richard Serra tasado en 550.000 euros, pero también obra original de Ismael Smith o Servando del Pilar por 360 euros. Las mujeres ganan peso este año: 25 espacios distribuidos por el recinto serán sólo para obras de creadoras. Además, en los stands abundan los nombres femeninos, con obras de Marina Abramovich, Vivian Sutter, Maruja Mallo, Carmen Laffón o María Blanchard.

La que por ahora parece que no ha llegado es la polémica. Dos de los artistas más controvertidos son Santiago Sierra y Eugenio Merino. Este último muestra Monumento a la corrupción, una puerta giratoria dorada que alude a la corrupción política.

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