'Asylum', una obra para reflexionar

Danza

La mítica Kibbutz Contemporary Dance Company de Israel presenta, en el Teatro de la Maestranza, una pieza centrada en los problemas de la inmigración y los refugiados

La coreografía de 'Asylum' contiene vigorosas y espectaculares escenas corales. / Eyal Hirsch

En los últimos años, Israel se ha convertido en una de las fuentes más relevantes de la creación dancística contemporánea. Nombres como Sharon Eyal, aplaudida recientemente en el Teatro Central, o Hofesh Shechter (afincado en Londres en la actualidad) no son más que dos brillantes ejemplos de ello.

Algo admirable si se tiene en cuenta que la historia de la danza en Israel -incluida la danza clásica- no comenzará hasta la moderna inmigración judía a sus territorios.

Junto a sus ricos bailes folklóricos, la danza contemporánea israelí se remonta a los años 50 y 60 del pasado siglo, con la aparición, entre otras, de grandes compañías como Inbal, Bat-Dor, la Batseba Dance Company y la Kibbutz Contemporary Dance.

Tal vez la más conocida sea la Batsheva, fundada en 1964 gracias al patrocinio de Batsheva de Rothschild y al magisterio del icono de la danza moderna americana, Martha Graham, que se trasladó durante un tiempo a Israel. Más tarde, ya sin el apoyo económico de su noble mecenas y dirigida por el brillante coreógrafo israelí Ohad Naharim, la Batsheva se convirtió en la formación con mayor prestigio internacional. De sus filas, además, han salido muchos de los principales creadores de la escena internacional actual, incluido el jiennense Mario Bermúdez, fundador, a su regreso a España, de la compañía Marcat Danza.

La otra gran compañía de Israel, es la que, de gira por España, visita mañana martes el Teatro de la Maestranza. Se trata de la Kibbutz Contemporary Dance Company (KCDC).

Sus orígenes se remontan a la llegada al país de Yehudit Arnon, una bailarina nacida en la antigua Checoslovaquia que durante la II Guerra Mundial sobrevivió a los campos de exterminio nazis. Después de la guerra, Arnon se instaló en el kibutz Ga'aton, en Galilea, donde fundó un centro de danza y fue una de las creadoras del International Dance Village, en donde vive y trabaja en la actualidad un centenar de bailarines de diferentes nacionalidades. Eneste kibutz tienen también su sede la KCDC (fundada por Arnon en 1973) y, desde 1994, la KCDC 2.

Uno de los dúos de la compleja obra que firma el prestigioso coreógrafo israelí Rami Be'er / Eyal Hirsch

El Centro ofrece también cada año un Programa de Estudios Internacionales de Danza en el Extranjero, denominado Dance Journey (Viaje por la danza), de cinco o diez meses de duración. Y la compañía, por su parte, acoge también un programa intensivo cada verano, para bailarines de educación secundaria y universitaria de todo el mundo.

En 1996 asumió la dirección artística de ambas compañías el icónico bailarín y coreógrafo Rami Be’er, alumno de la fundadora, bailarín y coreógrafo desde 1980 y autor en estos años de medio centenar de coreografías, tanto para afamados grupos como para su propia compañía, que ha adquirido, gracias a su trabajo, una impronta absolutamente personal.

Conocida en Sevilla por los aficionados menos jóvenes gracias a sus visitas al Festival de Itálica -en 2001 con Al Pi Tehom y Aide memoire y en 2013, ya en el Teatro Romano, con If at all-, la Kibbutz llega ahora al teatro de la Maestranza con Asylum, una coreografía creada en 2018 en la que Be’er, nacido en 1957 en el seno de una familia de supervivientes del Holocausto, evoca conceptos como la patria, el hogar y la búsqueda de la identidad ya que, según el coreógrafo, la búsqueda de un lugar que se identifique como hogar forma parte de la experiencia existencial humana.

El coreógrafo deja que sean los espectadores los que construyan la historia desde su propia perspectiva

Desde la abstracción de la danza, Asylum observa el mundo de guerras y catástrofes que vivimos para plantearse temas tan actuales como la inmigración, los refugiados y el derecho de asilo. Todo ello con la distancia que suelen tener los coreógrafos israelíes de más edad, divididos entre la lealtad a la primera generación de víctimas del Holocausto y el sufrimiento de una nación en guerra.

Una distancia que hace que, en la mayoría de las ocasiones, el creador deje que sea el público el que fije los límites entre lo bueno y lo malo y construya la historia desde su propia perspectiva.

Interpretada por dieciséis bailarines eclécticos y dotados de una técnica admirable, con una banda sonora igualmente ecléctica y una escenografía y una iluminación firmadas también por Rami Be’er, Asylum estará este martes 26, a las 20:00, en el Teatro de la Maestranza.

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