Después del tremendo lío de la pasada semana, con la clausura incluida de la Monumental, el domingo se celebró una nueva corrida en la que el mexicano David Mora fue el único que destacó. Con 5.000 localidades vendidas, se lidiaron toros de Garfias, de distintas hechuras y juego. Rafael Ortega, silencio en ambos. El Capea, silencio y pitos. Víctor Mora, ovación y aplausos. El Capea, hijo de El Niño de la Capea -que presenció la corrida desde el callejón-, al que el público de la Monumental ha idolatrado, se mostró impaciente con el joven torero salmantino, quien contó con un mal lote. Rafael Ortega se mostró asentado y con temple ante sus astados. El triunfador, Víctor Mora, realizó una faena con gusto ante su primer oponente y se la jugó con el bravo sexto.