Ópera en el Maestranza

El humor como flecha contra los tiranos

  • El Maestranza acoge desde el viernes un programa doble que componen 'El dictador' y 'El emperador de la Atlántida', dos denuncias de los abusos del poder

Los cantantes Sava Vemic y Martin Gantner con Pedro Halffter y Rafael Rodríguez Villalobos.

Los cantantes Sava Vemic y Martin Gantner con Pedro Halffter y Rafael Rodríguez Villalobos. / Juan Carlos Muñoz

Sostiene Pedro Halffter, director artístico del Maestranza, que la programación de un teatro debe alternar títulos "para el lucimiento de las voces, como Lucia di Lammermoor", y otros que inviten a la reflexión y reflejen cuestiones "esenciales para la humanidad".

Con el díptico que componen El dictador, de Ernst Krenek, que se estrena en España, y El emperador de la Atlántida, de Viktor Ullmann, el espacio del Paseo Colón se interroga a partir del viernes -también el domingo 2 y el martes 4- sobre los abusos del poder y la pervivencia de los fascismos. Dos piezas "que no se habían representado juntas en ningún lugar del mundo", que suponen "un canto a la libertad", advierte Halffter, y con las que el teatro conmemora los 80 años de la Noche de los Cristales Rotos, "un símbolo de la destrucción de la cultura y el conocimiento que lleva a episodios como el genocidio".

Las circunstancias en que se compuso El emperador de la Atlántida, a la que el músico Viktor Ullmann y el libretista Peter Kien dieron forma en el campo de concentración de Terezín, vienen a decir, según Halffter, que "incluso en el peor lugar posible la ópera y la cultura siguen siendo primordiales". Ambos creadores serían llevados a Auschwitz, donde murieron, después de que los responsables de Terezín comprendieran que el retrato de ese emperador que proponían -un gobernante obsesionado con la guerra ante el que se rebela la propia Muerte- no era sino una sátira de Hitler. "¿Hasta qué punto eran conscientes de que esa provocación les podía costar la vida?", se pregunta el director artístico del Maestranza. "No podemos contestarnos, pero sí dedicarles un homenaje", concluye Halffter.

"Las obras comparten una aparente frivolidad tras la que se esconde mucha miga reflexiva”, dice Villalobos

La recuperación de El emperador de la Atlántida es así un tributo a sus autores, pero también al director de escena Gustavo Tambascio, fallecido el pasado febrero y de quien se repone la versión de la obra que se estrenó en 2016 en el Teatro Real, entonces sin el diálogo con El dictador que se programa en Sevilla. "Nos reunimos poco antes de su muerte y hablamos de estas funciones en el Maestranza", recuerda Halffter sobre un creador prolífico al que sin embargo "esta pieza, y el tema del Holocausto, le tocaban de una manera muy especial: su segundo apellido era Levy".

Con este díptico, que se completa con un Adagio in memoriam Ana Frank con música de Ullmann y Halffter, el Maestranza vuelve "a apostar por el talento español" y encarga la dirección de escena de El dictador (y la reposición de la puesta en escena que Tambascio concibió para El emperador de la Atlántida) al sevillano Rafael Rodríguez Villalobos, que cumple de este modo un sueño que albergó "hace 20 años, cuando vi en este teatro Turandot y fantaseé con que quería dedicarme a esto".

"Que se enteren los jóvenes: lo que contamos es actual, divertido, irreverente”, opina la soprano Nicola Beller Carbone

Villalobos (Sevilla, 1987), ganador entre otros reconocimientos del Premio Europeo de Dirección Operística y de quien se vio hace unos meses en la ciudad Gratia Plena, un montaje que formaba parte de la programación del Año Murillo, cree que El dictador y El emperador... comparten "una aparente frivolidad tras la que hay mucha miga reflexiva. En El emperador... Tambascio optaba por el registro del cabaret, y para El dictador nos hemos ido a un universo muy diferente, el del vodevil", señala el director de escena.

Para El dictador, una mirada sarcástica "a la erótica del poder", la historia de la esposa de un mutilado de guerra que planea matar a un tirano pero acabará sucumbiendo a su carisma, Villalobos dispone "una lectura muy frívola y llena de gags, con un popurrí de referencias anacrónicas" y en la que ha evitado "dar nombres concretos. Queríamos hacer algo que apelara a la universalidad, advertir que la historia puede repetirse", comenta el director, que ha contado para las dos obras con los mismos intérpretes, un reparto que encabezan Martin Gantner, Natalia Labourdette y Nicola Beller Carbone. Esta última destaca la diversión que espera a los espectadores con estas dos propuestas. "Que se corra la voz, ponedlo en Instagram o Facebook, que vengan los jóvenes: lo que contamos es actual, irreverente, provocativo", avisa orgullosa la soprano.

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