Artes escénicas

François Chaignaud y Geoffroy Jourdain piensan juntos la danza y la música

  • ‘Tumulus’, una obra protagonizada por bailarines que también cantan, desembarca este fin de senana en el Teatro Central

Una imagen promocional de ‘Tumulus’, el nuevo espectáculo de François Chaignaud.

Una imagen promocional de ‘Tumulus’, el nuevo espectáculo de François Chaignaud. / Smith

Conocido por el público sevillano por sus visitas al Festival de Itálica, la presentación de su espectáculo Souflette en el Teatro Central o su colaboración con Rocío Molina, el coreógrafo galo François Chaignaud regresa a la ciudad este fin de semana con Tumulus, un montaje que se verá en el Central (viernes y sábado, a las 21:00) y en el que se alía con el director musical Geoffroy Jourdain.

El dramaturgo Baudouin Woehl define Tumulus como "una procesión infinita de trece cuerpos que cantan y bailan en el seno de una única práctica, de un solo y único gesto. Fruto de una colaboración única entre el coreógrafo François Chaignaud y Geoffroy Jourdain, director de Les Cris de París, este proyecto ha cumplido el sueño de experimentar conjuntamente con estas dos artes, de pensar juntos danza y música".

Woehl cuenta que los túmulos funerarios, tumbas coronadas por una colina, "contienen tanto el cuerpo de los difuntos como la vida que les sigue y crece encima de ellos", y que la investigación que los responsables de esta obra han llevado a cabo "se sitúa en el corazón de esta paradoja: un ser muerto que siempre contiene vida". Así, en medio del escenario, un túmulo ocupa el espacio. Está recubierto de follaje, y "es a la vez paisaje y mausoleo". Sobre este volumen los bailarines y cantantes –las dos cosas al mismo tiempo– "suben, se ocultan y circulan. La danza, un desfile continuo de figuras poderosas y miserables, grotescas y graciosas, atraviesa los cuerpos, como imágenes de un bajo relieve. Para nosotros se trata de una oda a la transición, al flujo y a la plasticidad", adelanta Woehl.

Con una dramaturgia "ligada a la respiración, que funciona como un vector, como una escultora de los sonidos, de las melodías y de las figuras" y un repertorio musical compuesto de cantos polifónicos a capella francoflamencos, italianos, ingleses y alemanes de diferentes épocas, desde el Renacimiento hasta los años setenta del siglo XX. "La música se vive aquí", dicen los responsables del espectáculo, "no ya como un monumento que congela los cuerpos en el éxtasis o en la complacencia, sino como una ola que nos atraviesa y nos conecta a eso que no deja de transformarse, de degradarse, de renacer".

Diplomado en 2003 por el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París, François Chaignaud creó con Cecilia Bengolea de 2005 a 2016 varios espectáculos emblemáticos que recorrieron todo el mundo. En 2021 fundó Mandorle Producciones, con un planteamiento artístico basado en la cooperación con otros muchos artistas.

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