Gallardo del Rey y aquella partitura de la infancia

El guitarrista y compositor estrena con la ROSS la versión para orquesta de 'Diamantes para Aranjuez', su homenaje al clásico de Joaquín Rodrigo

Gallardo del Rey y aquella partitura de la infancia
Gallardo del Rey y aquella partitura de la infancia
B. Ortiz Sevilla

06 de octubre 2016 - 05:00

El guitarrista José María Gallardo del Rey encara hoy -también mañana- en el Teatro de la Maestranza una cita esperada: el estreno de la versión para guitarra y orquesta de Diamantes para Aranjuez, una pieza en la que dedica su particular y sentido homenaje al Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. "Con las obras pasa como con los niños: la última es siempre, si no la más querida, la que contemplas con más ilusión", dice el intérprete y compositor, que ya había estrenado una versión inicial para guitarra y violín de estos Diamantes, un material que ahora presenta en otro formato gracias a la sugerencia del director artístico de la ROSS, John Axelrod.

El músico expresa su emoción por mostrar al público "qué es lo que he hecho inspirándome en un clásico tan querido como el Concierto de Aranjuez". Él supo cuando apenas era un niño de aquella composición de Rodrigo, de cuyo estreno se cumplieron en 2015 75 años. "Mi tío José María me regaló cuando yo tenía seis años, por Reyes, una guitarra, y dentro de la funda venía una partitura del Concierto que todavía conservo, prácticamente desencuadernada, casi rota", recuerda. No parece abrumar al músico interpretar ante los espectadores sevillanos esa creación emblemáticay luego su relectura. "Yo creo que el reto es la motivación del creador, que un artista tiene que plantearse desafíos", sostiene. "Pero -añade- lo más importante era seguir los deseos de mi corazón: si mi corazón me pide que haga una obra desde esa obra que me enamoró yo no le puedo decir que no. Yo me considero un escriba del universo: lo que el universo me mande, eso es lo que yo plasmo en la partitura".

Como el Concierto de Aranjuez, sus Diamantes se dividen en tres movimientos. A una sección "más alegre", detalla Gallardo, le sucede "otra más meditativa, quizás de carácter elegíaco" para la que reconoce haberse inspirado en una marcha de Semana Santa. "Y en el tercer movimiento tiro de temas populares que se acercan a la copla", explica antes de reivindicar un género a menudo menospreciado pese a su grandeza. "Los compositores que se dedicaron a la copla tenían una formación académica bestial, como era el caso de [Manuel] Quiroga, y contaban con grandes poetas como Rafael de León, del que Félix Grande decía: ¡Eso sí que es escribir poesía!".

No es la única influencia que se advierte en su último trabajo: dentro de "los elementos que he querido integrar que no tenía Rodrigo, como una interesante sección de percusión, he incorporado el cajón flamenco como acompañante de la guitarra en las secciones más rítmicas, algo que refleja mi amor por el flamenco, que me ha enseñado y me sigue enseñando tanto", dice sobre una pieza en la que ha tenido "un colaborador de lujo en la orquestación, David Gómez Ramírez" y ha buscado "que cada sección tímbrica de la orquesta tuviera sus propios solos, para que cada músico se sintiera un poco concertista en su atril".

Gallardo conoció a Axelrod -que dirigirá el concierto de hoy, un programa que se completa con la Sinfonía nº6 Pastoral de Beethoven- en Omán, "en una megaproducción operística, y hubo un flechazo artístico inmediato. Tenemos tal sintonía que nos llamamos brother el uno al otro". Para el guitarrista, Axelrod es "de lo mejor que le ha pasado a Sevilla. Con él la orquesta está muy motivada".

El público sevillano pudo ver recientemente a Gallardo en Canción andaluza, el montaje con el que la Bienal recordaba a Paco de Lucía, a quien asesoró y dirigió precisamente en su debut con el Concierto de Aranjuez, en Japón en 1990."Con eso me ocurrió algo sorprendente. Este verano estaba de vacaciones y no podía parar de escuchar el disco de Canción andaluza, el álbum póstumo de Paco. Me entró una obsesión con ese disco aunque también me gustaban otros de él. Mi compañera de vacaciones me dijo: Esto es porque hay algo pendiente entre tú y Paco. Y diez días antes del espectáculo me llamaron para pedirme que me hiciera cargo de la dirección musical, que el anterior equipo había cancelado. Fue una experiencia muy enriquecedora". Los ensayos de aquella propuesta tuvieron lugar en el Conservatorio de Mairena del Aljarafe, que lleva el nombre de América Martínez, otra figura crucial en su carrera. "Fue mi maestra; musicalmente, mi madre. Y en Sevilla no tiene el reconocimiento que se merece, deberían dedicarle una calle o una plaza".

Entre sus proyectos futuros, a Gallardo le espera, a final de año, una gira por Japón. "Allí daré conciertos con la mezzosoprano Ayaka Tanimoto, con la que acabo de grabar un disco sobre mi obra para voz y guitarra, Sakura Variations, y con Yoko Takaki, una pianista que ha transcrito para su instrumento composiciones mías".

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