La Imperdible celebra sus bodas de plata con un programa "ecléctico"

La Imperdible cumple un cuarto de siglo esta temporada, en la que ofrecerá, en palabras de su director, José María Roca, una "programación ecléctica y abierta, que no excluye a ningún tipo de público".

Para cerrar el cartel, La Imperdible ha tenido presente el éxito cosechado en años anteriores por algunos de los protagonistas de esta edición. Es el caso de La compañía del puchero, que, con Silencio por favor, apostará por un humor cabal. "En estos tiempos la gente tiene ganas de reírse. La comedia siempre funciona mejor", sostiene Roca. En esta corriente cómica se halla Miguel Noguera, que vuelve con su vehemente Ultrashow.

El ocaso de la Bienal -3, 4 y 5 de octubre- coincidirá con Lacantata de Pernales, de la cía. AJDJ, programada, según Roca, "en este momento en que la ciudad respira flamenco". En una vertiente más investigadora, #Sobrejulieta, de la cía. Grumelot, plantea un monólogo construido a partir de textos de Shakespeare; Barbazul, un sabotaje amoroso remoza el clásico con una ópera para soprano y clown. En total se representarán 56 funciones a cargo de 16 compañías de ámbito nacional.

El curso de La Imperdible arranca mañana con Los viajes de Gulliver, una propuesta de Escenoteca en la que, "con el efecto del Chroma Key, podremos traspasar mundos infinitos". En este perfil más infantil y familiar se incluirán, ya en octubre, espectáculos de cuentos -El vestido nuevo de caperucita con botas o Animalari, la fauna de las fábulas-. Para noviembre y diciembre quedan la danza, el circo o los payasos, adaptados al lenguaje de los más pequeños.

Ésta será la séptima temporada de La Imperdible en el Teatro Duque, merced a un convenio de colaboración con Comisiones Obreras, propietario del espacio. Para Roca, el actual enclave, "un referente en la ciudad", aspira a "coger el testigo vacante del Teatro Imperial" y "programar cosas populares". "Aunque cambien la ubicación, seguiremos colaborando con ellos, el compromiso está consolidado", apuntó Daniel Barrera en representación de CC.OO. Sevilla.

Víctima de un largo culebrón de trabas burocráticas, La Imperdible sigue a la espera de las nuevas instalaciones que iban a construirse en Torneo: "Llevamos esperando el teatro desde 2007... y estamos muy cansados. Y todo esto nos ha cogido en medio de la crisis", declara el director de la compañía.

El proyecto del Ayuntamiento de construir un puente que uniese la Torre Pelli y Torneo -invadía el solar municipal cedido a la compañía-, desplazó la ubicación unos metros. El Consejo consultivo rechazó este mes la modificación urbanística; este nuevo atasco en el proceso despertó el rumor de un último plazo de cuatro meses a la subvención -expiraba en 2013 y fue prorrogada- de 300.000 euros del Ministerio de Cultura para la construcción del edificio: "No existe ninguna espada de Damocles sobre nosotros, el Ministerio no ha dado ningún ultimátum, sino que entiende que todo se ha hecho por cuestiones ajenas a la compañía y está esperando que encontremos una alternativa con la Gerencia", aclaró Roca, quien no descartó mudarse a una nueva ubicación distinta a Torneo.