Literatura y periodismo

Jennifer Egan: "Internet libera la naturaleza pueril de los seres humanos"

  • La autora acaba de publicar en español su nueva novela, 'Manhattan Beach', un fresco de la Nueva York de los años de la posguerra mundial en el que aborda la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral

La escritora estadounidense Jennifer Egan (Chicago, 1962).

La escritora estadounidense Jennifer Egan (Chicago, 1962). / D. S.

Jennifer Egan, escritora y periodista estadounidense premiada con un Pulitzer 2011 por su novela El tiempo es un canalla, asegura dijo en una entrevista con Efe que internet ha facilitado la labor periodística pero también ha complicado la vida al sector, pues las redes sociales están "matando" a los medios de comunicación. "Resulta muy frustrante el hecho de que nunca hayamos necesitado el periodismo más que ahora, y sin embargo nunca ha sido tan duro vivir de él", dice Egan, que acaba de publicar en español su nueva novela, Manhattan Beach (Salamandra).

Egan, que además de publicar cinco novelas ha elaborado amplios reportajes para medios como The New York Times en los últimos veinte años, considera que "internet parece liberar la naturaleza pueril de los seres humanos: son malos, son irritables, lo quieren todo gratis y lo quieren ahora". A la escritora y periodista le parece "lamentable" y "de locos" que las redes sociales e internet "estén básicamente matando a las empresas de noticias", un proceso, dice, que le recuerda al "canibalismo". Sin medios de comunicación rigurosos, advierte, "sólo quedará basura" en internet.

La escritora, sin embargo, es optimista y está convencida de que "se encontrará un camino" pese a que, en este momento, internet parece anular toda traza de "complejidad de pensamiento y discurso". The New York Times es para Egan un ejemplo de que vale la pena conservar la esperanza ante el abrumador panorama de fake news y ausencia de modelo de negocio claro. "Su muro de pago ha funcionado bien y les va mejor. Los periódicos locales han sufrido mucho, pero las noticias locales son las más importantes y las publicaciones en línea están encontrando modelos que funcionan", reflexiona.

"Los seres humanos somos bastante ingeniosos y desafortunadamente muy egoístas. Siempre ha habido esta tensión entre la habilidad para pensar a lo grande y el deseo avaricioso de pensar a pequeña escala", dice la autora, que en última instancia contempla todos estos problemas con humor negro: "El planeta se curará a sí mismo, y si para ello tiene que deshacerse de nosotros, lo hará".

En Manhattan Beach, la autora viaja a la Nueva York de los años 40 para componer un fresco social de sus ambientes portuarios y mafiosos en un momento crucial de la historia de Estados Unidos y también de la mujer, que comenzó entonces, al menos en aquel país, a incorporarse decisivamente al mercado de trabajo, una realidad histórica que recorre de la mano de su particular heroína y protagonista, Anna Kerrigan.

Se trata de un planteamiento bastante diferente, más convencional que el de obras anteriores, como la citada y deliciosa El tiempo es un canalla, mucho más posmoderna en su planteamiento formal y temático, o el volumen de cuentos Ciudad Esmeralda. Sin embargo, la crítica ha vuelto a rendirse ante el poderío narrativo de la autora. La revista Time incluyó Manhattan Beach en su lista de las diez mejores novelas de 2017, año en que se publicó el libro en Estados Unidos.

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